Cientos de trabajadores de la hostelería de Bizkaia se han manifestado por las calles de Bilbao este viernes en protesta por las condiciones para abrir los bares y las cafeterías, en el marco de la desescalada de la pandemia de coronavirus.
Los hosteleros han denunciado el "abandono" del sector por parte de las administraciones públicas. Aseguran que las condiciones de desescalada fijadas por el Gobierno español hacen inviable la puesta en marcha de sus negocios. En su mayoría, la hostelería se desarrolla en bares de pequeño tamaño y con pocas mesas de terraza. Por eso solicitan que las medidas de desescalada se adapten a los distintos modelos de negocio. Además, ha denunciado que muchos de los trabajadores del sector no han cobrado aún las cantidades que les corresponden por los ERTEs.
Ante la "dramática" situación del sector, la plataforma reclama que las administraciones regulen temporalmente las normativas que prohíben beber en la calle, y que faciliten a los establecimientos medios para que puedan seguir cerrados en unas condiciones que permitan su continuidad.
También plantea la posibilidad de peatonalizar zonas viales, como se hace en las fiestas populares, para ganar espacio y asegurar el distanciamiento social, y la exención de pagos tributarios mientras los establecimientos permanezcan cerrados.
HOSTELERÍA EN PIE DE GUERRA
La plataforma convocante, "Hostelería en pie de guerra", agrupa fundamentalmente a bares y restaurantes de Ezkerraldea pero en la marcha también han participado hosteleros de Eskuinaldea y del Casco Viejo de Bilbao. La marcha, a la que se han sumado clientes de los establecimientos, ha comenzado en la Plaza Circular y ha llegado hasta Moyúa. Los manifestantes han utilizado mascarillas y han respetado la distancia de seguridad marchando en tres filas, mientras la organización recordaba por megafonía la necesidad de mantener dos metros de distancia.
La marcha ha estado abierta por una gran pancarta con el lema "Hostelería en pie de guerra", y además han exhibido otros lemas como "Si ayudaste al banquero, ayuda al hostelero", "Hosteleros en lucha" y "Estas medidas son nuestra ruina", mientras hacían sonar palmas y bocinas.
