BILBAO - Juan Mari Aburto vive hoy un Aberri Eguna especial, diferente, con Arantxa y Asier. Hablará con su otro hijo, Jon, y con su madre. Ha puesto la ikurriña porque "es nuestra referencia, nuestra bandera, la seña de identidad de nuestro país". Y en ella quiere reflejar a todas las personas que sufren de manera especial la pandemia del covid-19. "A aquellas familias que han perdido a seres queridos y a todos esos colectivos que nos están haciendo la vida más fácil con un compromiso extraordinario, como sanitarios, bomberos, policías, personal de supermercados, de limpieza, cementerios, medios de comunicación, que estáis haciendo una labor muy importante de acompañamiento; a las personas que viven solas, entidades del tercer sector...". Y reflexiona: "Siempre he dicho que sin construcción social no hay construcción nacional, por eso, esa ikurriña va a ser un poco más especial este Aberri Eguna".

Cada día sale al balcón de su casa a las 20.00 horas para aplaudir y unirse al resto de sus vecinos en ese gesto solidario de agradecimiento a los sanitarios. "Al final somos todos iguales, somos un colectivo y es un momento especial, hablamos con los vecinos, nos conocemos y nos reconocemos. Es un momento bonito".

Y agradece los mensajes de ánimo que le traslada la gente, con la que se cruza cuando va a trabajar. Porque Aburto ha pasado fines de semana enteros en el Ayuntamiento intentando buscar soluciones a la encrucijada a la que ha sometido esta crisis a toda la humanidad. Aún así, cada día intenta llamar a algunas personas simplemente para saber cómo están y cómo lo están llevando. Y en otro plano reserva su tiempo para llamar a alcaldes y alcaldesas de capitales del Estado, desde las más grandes a las más pequeñas, trasladándoles y compartiendo cosas que hace Bilbao. Confiesa que "no es un momento en el que la gente me pida cosas. Por eso, la primera pregunta con su equipo es ¿hay algo más que podemos hacer?".

¿Qué será lo primero que haga el día después?

-Abrazar, porque es lo que echamos de menos. Saldremos de esta. Aurrera, Bilbao!