Bilbao - El Ayuntamiento de Bilbao amplía la red de bidegorris con un nuevo tramo de 752 metros que discurre desde el parque de Doña Casilda por Sabino Arana hasta la zona de Ametzola. Así lo indicó ayer, coincidiendo con la celebración de la Semana de la Movilidad, el concejal del área del Ayuntamiento de Bilbao, Alfonso Gil, quien explicó que el tramo de subida por Sabino Arana será unidireccional y tendrá su correspondiente bajada en la vía de acceso, compartida con el resto de vehículos privados.

Así, el nuevo bidegorri comenzará en la esquina de Doña Casilda con Anselmo Clavé, bordeará la rotonda del Sagrado Corazón por Gran Vía hasta el comienzo del lateral de Sabino Arana y continuará en sentido ascendente con un carril unidireccional hasta el cruce de Simón Bolívar. Gil aseguró que “estará perfectamente señalizado y pintado en la calzada”. Precisamente, con este nuevo tramo, que se podrá utilizar a partir del 15 de diciembre, la capital vizcaina contará con 41 kilómetros para bicicletas: 20 kilómetros de bidegorris y los 21 restantes de calzada compartida con los vehículos. “Estamos haciendo realidad una aspiración que tenían muchos ciclistas. Cuando llegaban a la rotonda de Doña Casilda con Sabino Arana tenían un grado de inseguridad y había que tener mucha precaución para circular por esa zona”.

Por otra parte, Gil anunció la implantación de ocho nuevos aforadores en los bidegorris que permiten contabilizar “en tiempo real y con cifras acumuladas” el paso de bicicletas a través de cada aforador. Estos nuevos contadores están instalados en las calles Askatasuna, Avenida del Ferrocarril, Campo Volantín, Botica Vieja, Doctor Areilza, Julián Gaiarre, Lehendakari Aguirre, Olabeaga y Uribitarte. “Con ellos se sabe cuál es el tránsito de las bicicletas en la ciudad y, sobre todo, cuáles son los mecanismos para poder mejorar la red ciclable que tenemos”, especificó el edil quien, además, aseguró que esos datos “aportan mucha información” y espera “que sigan revelando cuestiones relevantes”. El aspecto de estos nuevos aforadores se asemeja a unas estrellas insertadas en la calzada por donde transitan las bicicletas, “que pasan bastante desapercibidos”, con la excepción del primero que se implantó en noviembre del 2015 en el Campo Volantín, frente al Ayuntamiento, que cuenta con un tótem digital que contabiliza el paso de las bicis y el acumulado anual.

En el análisis de los dos últimos meses en los que han estado operativos los nueve aforadores se registró el paso de 158.239 bicis en julio y 145.422 en agosto. Algunos bidegorris como Olabeaga, Campo Volantín y Botica Vieja registran una gran afluencia, mientras otros contabilizan un número inferior de pasos, como Julian Gaiarre, Askatasuna o Avenida del Ferrocarril. “Es una información muy valiosa para poder seguir implementando nuevas lógicas ciclistas”, dijo Gil. De hecho, a lo largo del 2018, el primer aforador instalado en la capital vizcaina sumó un total de 314.768 pasos de bicicletas. Ese mismo bidegorri lleva contabilizados 270.353 pasos hasta agosto, por lo que se prevé aumentar el número al finalizar el año.

El Biciregistro, en marcha En la misma línea, el edil también anunció la adhesión de la capital vizcaina al BiciRegistro. Esta adhesión permite al usuario registrar su bicicleta, dándose de alta en www.biciregistro.es, y marcarla con una pegatina que deja un número identificativo en el cuadro. En el supuesto caso de que se logre extraer el adhesivo del cuadro, se podrá leer un código con un lector de luz ultravioleta. La Policía Local tiene acceso a la información de las bicis registradas por lo que podrá localizar al usuario. Así, se pretende disminuir la probabilidad de robo y aumentar el número de bicis recuperadas. Precisamente, el año pasado se presentaron 120 denuncias por robos de bicicletas en Bilbao. 64 de ellas fueron recuperadas pero únicamente 14 se devolvieron a sus dueños. De hecho, según el último Barómetro de la Bicicleta, a un 19,5% de los ciudadanos le han robado la bici.

“Nos parece una iniciativa muy importante porque es difícil identificar las bicicletas. También es muy positiva para aquellas personas que se quejan de falta de seguridad respecto a las bicis”, indicó Gil. Así, a partir de ahora cualquier usuario podrá registrar su bici, por un precio de unos siete euros, para poder tener una mayor garantía de que “si algún desaprensivo se la lleva, se le pueda devolver al usuario”. Con estas nuevas medidas, el Ayuntamiento pretende fomentar el uso de la bicicleta en la ciudad como una apuesta por la movilidad sostenible y saludable.