BILBAO - La Santa y Real Casa de Misericordia de Bilbao celebró ayer la fiesta de su santo patrón, San Mamés, una celebración dedicada a los ancianos y ancianas residentes en el centro, con invitados como los familiares y “los niños de la Misericordia”, conocidos como los antiguos alumnos de la Casa. San Mamés, joven martirizado a los 17 años, es el patrón de los niños huérfanos, de cuya educación y cuidado se ocupó hasta los años 80 la bicentenaria institución benéfica bilbaina. “Una sociedad que no cuide adecuadamente a sus personas mayores no será una sociedad que valga la pena”, recalcó el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, para agradecer la labor de la Casa.

Todos los años, alguna persona, institución o entidad es destacada por su colaboración con la Casa. En esta ocasión la distinción recayó sobre el Club Taurino de Bilbao. “Lleva desde hace muchos años colaborando con nuestra Casa, donando los beneficios del festival taurino que anualmente organiza y que desde hace dos años ha recuperado”, explicó Vicente María del Arenal, presidente de la Casa de la Misericordia. El secretario del Club Taurino, Javier Rodríguez, aclaró que este año ese festival se celebrará en septiembre.

“Misericordia es una palabra que no tiene nada que ver con lo religioso. Tiene que ver con dos cosas: con compasión y con ofrecer ayuda a los que sufren”, aportó el alcalde. Aburto recordó que aunque todas las personas “estamos en una situación de vulnerabilidad, todos y todas tenemos la misma dignidad”, para que los residentes y todos los presentes se dieran cuenta de que están en situación de igualdad. Con esta pequeña reflexión dio paso al festejo, donde el aperitivo elaborado por la Academia del Cerdo Txarriduna, en especial el típico talo, estuvo amenizado por la Banda Municipal de Música de Bilbao. Una tradición para animar a quienes más lo necesitan. - Celia Carrera