Bilbao - El próximo estreno en otoño de la Termibus soterrada en Basurto va a revolucionar el tráfico rodado en todo su entorno. Un cambio muy profundo para los conductores que no se va a ejecutar de la noche a la mañana ya que se prolongará durante varios meses y en distintas fases después de inaugurarse la estación de autobuses.

El Área de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Bilbao trabaja en estos momentos en todos los preparativos para abordar esta gran operación circulatoria a la que tendrán que habituarse también los vecinos de las calles circundantes.

Entradas y salidas de Termibus El punto nuclear de todo el proceso de cambio es la ubicación ya cerrada de las salidas y entradas al espacio bajo tierra que dejará paso en superficie a una gran plaza y a un edificio que albergará en sus bajos los accesos peatonales a la estación de autobuses y por encima una residencia de estudiantes y un hotel. Habrá tres bocas, la principal ya está concluida en la esquina del gran solar, justo en frente de la calle Camino de Capuchinos, donde está la sede de Hacienda. Este punto contará con cuatro carriles, dos de entrada para los autobuses y otros dos de salida para los turismos que estacionen en el parking rotatorio ubicado bajo la planta de Termibus y las furgonetas de carga y descarga. Los otros dos accesos serán distintos para los dos tráficos referidos aunque ambos se encuentran en el tramo de Pérez Galdós ubicado entre las calles Gurtubay y Luis Briñas. La más cercana a esta última calle permitirá la entrada a turismos y furgonetas mientras que otro hueco en superficie unos metros más arriba permitirá dar salida a los transportes con pasajeros.

Con este escenario el Área de Movilidad ha diseñado un recorrido que permita en la medida de lo posible dar prioridad a los autobuses en sus trayectos en una zona ya muy constreñida urbanísticamente hablando.

Itinerarios de los autobuses Así, el flujo mayoritario será similar al actual. Llegaran los autobuses de la autopista por el gusano girarán a la derecha para tomar la calle Gurtubay y en vez de llegar hasta la calle Pérez Galdós, como ahora, solo recorrerán unos pocos metros ante la sede de EiTB para girar a la izquierda y acceder por la nueva entrada.

Pero también se crea un nuevo itinerario. Este servirá para los autobuses que salgan a la autopista por la tronera de la avenida de Montevideo. Tras pasar por delante del Hospital y girar a la izquierda para tomar la calle Gurtubay bajarán por esta arteria hasta acceder a la nueva terminal. Ello obligará a invertir el sentido del carril pegado a las vías del tranvía.

Un cambio del que también se beneficiarán los autobuses en el inicio de sus viajes. Así, cuando salgan a la superficie por Pérez Galdós podrán llegar a Gurtubay y girar a la derecha, tomando el carril referido para llegar hasta la avenida Zunzunegi y salir hacia la autopista girando a la izquierda. Pero también pueden torcer a la izquierda y recorrer Gurtubay en sentido ascendente hasta la avenida Montevideo pasar ante el Hospital y acceder a la autopista por la boca ubicada bajo las casas del barrio de Santa Ana.

Este último itinerario de salida será el más usado por los autobuses, lo contrario que ocurre en la actualidad que casi todos toman la autopista en Zunzunegi tras salir por Luis Briñas. La razón según explican fuentes del Área de Movilidad es que “la opción de salida directa desde Gurtubay a Zunzunegi está muy constreñida”. De hecho no va a quedar espacio físico más que para dos o tres autobuses en espera del semáforo que, además, tendrá una ventana de tiempo de espera muy corto. Los intensos tráficos de entrada y salida a la ciudad en este punto son prioritarios. Desde el área municipal aseguran que “es un punto muy crítico en todo el diseño de movilidad en la zona”. Tanto que se está analizando a medio plazo implantar un dispositivo que ponga multas de forma automática y que impida que ese pequeño tramo sea utilizado por turismos o furgonetas.

Cambios en la trama urbana Los nuevos tráficos que se generarán obligarán así mismo a actuar en calles aledañas. Una reordenación que se abordará paulatinamente, con la Termibus soterrada en marcha y que desde el área que dirige Alfonso Gil explican “va a ser en distintas fases muy complicadas y complejas de llevar”.

De base, el día de su inauguración y las semanas posteriores, los autobuses, coches y servicios de la nueva estación soterrada accederán y saldrán por la actual estructura de calles y sentidos de tráfico. Un escenario difícil durante varias semanas que será el tiempo que se emplee en desmantelar la actual Termibus en superficie.

Luego se creará una nueva calle, la prolongación de General Eguía que conectará Luis Briñas con Gurtubay, un espacio que forma parte ahora de la estación de autobuses provisional. También se remodelará el tramo de Pérez Galdós que linda con el solar hoy en obras, el cual “se va a reurbanizar entero y unir físicamente a la nueva plaza que surgirá con el soterramiento de Termibus”, explican. En este tramo de la calle también está previsto habilitar una parada de Bilbobus y una zona para los taxis. La reordenación cambiará el sentido del tráfico en Pérez Galdós y en General Eguía, en los tramos cercanos a Termibus y en los que van desde Luis Briñas hasta Sabino Arana.

Ello supondrá otro mutación del recorrido urbano. Ahora los conductores que llegan por la autopista pueden seguir por Zunzunegi para conectar con Sabino Arana y bajar para el Sagrado Corazón.

Otra opción es, nada más salir del gusano, girar a la derecha, tomar Gurtubay para girar a la izquierda en Pérez Galdós y tomar esta arteria para llegar a Sabino Arana y enfilar hacia Basurto, Autonomía o Rekalde. El primer itinerario se mantiene pero el segundo variará y en vez de circular por Pérez Galdós, que cambiará de sentido, se tendrá que acceder al Ensanche por General Eguía y su nueva prolongación.

La última pincelada al nuevo cuadro del tráfico en el entorno de Termibus consistirá en dar continuidad al bidegorri que baja por Luis Briñas con un nuevo tramo en Pérez Galdós para unirse al bidegorri actual de Sabino Arana. Fuentes municipales aseguran que “es una transformación profunda que no se centra solo en los tramos donde se implementa el nuevo tráfico, siempre hay que ir tres o cuatro manzanas más allá para ver su repercusión”. Toda esta revolución tendrá añadido los cambios en las líneas de Bilbobus y Bizkaibus que modificarán sus recorridos y verán desaparecer casi todas las paradas que ahora se encuentran en superficie en el entorno de Termibus para ser trasladadas a las dársenas subterráneas.

Conscientes de los fuertes cambios que supondrá para los vecinos de Basurto y los visitantes que tendrán la terminal de autobuses como destino, el Ayuntamiento ya prevé una fuerte campaña informativa que, al igual que el desarrollo de las modificaciones, se irá haciendo pública por fases.