Bilbao - Hay quien acude por primera vez a una quedada de singles y con las mismas preguntas que allí cuándo hay tema. “Los que van buscando sexo fácil no duran nada en el grupo. Como no caigas en gracia y tengas un comportamiento educado, olvídate”, avisa Iñaki Basagoiti, un contable de Portugalete divorciado que convoca salidas al monte para personas sin pareja desde un popular portal. “La gente nueva tira de Internet. Si quedamos todos por WhatsApp, no pueden localizarnos. Yo sigo con esa labor de socialización porque realmente se pasa mal”, explica.

Iñaki se divorció, tras “veintimuchos años” de matrimonio, y se quedó descolocado. “La cuadrilla sigue con sus parejas y ya no es tu medio. Me hablaron de Singles Bilbao, me registré y empecé a ir a las quedadas”, recuerda. Han pasado ya ocho años, pero no olvida la mano amiga que le acompañó en el primer encuentro. “Al principio vas cortadísimo. Imagínate entrar en una cafetería donde hay 50 personas y no conocer a nadie. Una compañera me hizo de madrina y me fue presentando a la gente y yo he hecho de anfitrión después a muchos otros”, señala.

Unos vinitos en Maestro García Rivero, el bautizado como viernes tomatero por los locales de Deusto, la ruta del Cares... Las propuestas lanzadas desde esta plataforma son tan variadas como los grupos que hay. “Está el de mascotas, el de patinadores, el de teatro, la gente del cine...”, enumera Iñaki, quien aclara que “lo que la gente busca es compañía, amigos para hacer actividades” y luego ya se verá. De hecho, él conoció a su primera pareja, recuperada la soltería, “en una cena a la que no tenía ni intención de ir”. A la actual, Itxaso, con la que lleva año y medio, ya la conocía de ir al monte. “Se lo propuse, me respondió que muy bien y aquí estamos”, resume antes de asistir a una sesión de baile.

Iñaki e Itxaso no son, ni mucho menos, los únicos que se han emparejado. “Algunos duran tres días y otros se han casado y marchado del grupo”, apunta. Otras parejas, como ellos, siguen asistiendo a las salidas, pero “mantienen la compostura porque la gente está necesitada de cariño y no puedes ir allí a darte el lote”.

Las cerca de 70 personas asiduas a estas actividades que Iñaki conoce tienen entre 40 y 65 años y son en su mayoría mujeres. “Hay de 5 a 7 por cada hombre. Son más abiertas y se meten más a estos grupos. He llegado a pensar que el hombre se divorcia y se conforma con quedarse a tomar vinos con la cuadrilla del barrio o se va a ver el partido del Athletic”, comenta.

Itxaso, una cocinera bilbaina de 55 años, se registró en el citado portal hace cuatro años, después de separarse, en busca de alguien con quien salir de excursión, ir al cine, viajar o ir a la playa. “Descolgada” de los amigos emparejados y con una hija mayor, un día dio el paso. “Fui a una quedada para ver un concierto en la Alhóndiga y dije: si veo a gente maja, me quedo y si no, me voy. Conocí a una chica que es de mis mejores amigas”, relata. Después vino el monte, la escapada a Madrid, a esquiar en Jaca...

Consciente de que “algunas redes sociales van a lo que van”, Itxaso anima a las mujeres a “no quedarse en casa” y sumarse a estos grupos. “Puede que alguno quiera algo, pero con decirle que no basta”. Además, añade, “hay veces que conoces a alguien y puedes rehacer tu vida”. En eso están Iñaki y ella, como buenos exsingles.