La raza de ganado vacuno charolés de Euskadi ya tiene a los mejores representantes del año de su especie: un macho de nombre Peckan, Peckany casi 4 años de edad, y una hembra llamada Nina, Ninaque cumplirá 3 años en diciembre, ambos criados en la explotación vizcaina de la orduñesa Rosa María Rodrigo. La elección tuvo lugar ayer domingo, precisamente en Orduña, durante la celebración de la centenaria Feria de San Juan y en el transcurso de un certamen que contó con la presencia de 29 reses "de gran calidad gracias, sin duda, al gran trabajo y esfuerzo demostrado por los ganaderos a la hora de cuidar y mejorar esta espectacular raza", destacó el extremeño Jacinto Rodríguez que, junto a Aroa, ejercieron de jurado del concurso valorando la musculatura, morfología y andares de los animales. Además, quiso poner en valor que, tras las dificultades vividas por el sector durante la pandemia, "el concurso de Euskadi que acoge Orduña ha conseguido volver a celebrarse con la misma cantidad de ejemplares que en pasadas ediciones, con la misma ilusión de siempre e, incluso, con más nivel".

El macho ganador fue descrito a la hora de su calificación como "un animal espectacular, con mucho desarrollo, gran potencial cárnico y mucha cualidad de raza", mientras que la hembra vencedora, por su parte, destacó a ojos de los expertos por "su gran potencial y desarrollo para su edad ya que, a pesar de su juventud, ha superado a ejemplares adultos" lo que augura que "será una muy buena vaca cuando comience su producción". La propietaria de ambas reses, Rosa María Rodrigo, también se alzó con el premio a la mejor explotación ganadera de Euskadi de raza Charoles. "Estoy muy contenta. Es un reconocimiento a un trabajo de muchos años y cuyo resultado solo se ve en exposiciones y concursos", afirmó con mucha alegría y teniendo claro que, a pesar del momento tan complicado que vive el sector ganadero, "vamos a seguir adelante con la explotación porque esto es como una droga, cuando se te mete en las venas te engancha y es muy difícil dejarlo".

Cuernos y makilas de Irabien

Una vez más, los galardonados en el certamen se llevaron como recuerdo una reproducción de los cuernos "con los que nuestros antepasados llamaban a Juntas Generales", explicó su creador, el orduñés Javi Irabien, quien no dudó en alabar la tradición ganadera de la comarca de Aiaraldea y de toda Euskadi. "Vuestra filosofía no es especular, sino trabajar" y muestra de ello es que "hoy todos los productos son más caros cuando los vamos a comprar, pero los precios que se pagan a las explotaciones son más bajos que antes". Por ello animó a que "con los cuernos que hay que desechar, demos la serenata para que nos escuchen". Irabien también hizo entrega a los miembros del jurado de dos de sus makilas con vida propiaque con mucho mimo, pasión y cariño diseña y regala siempre que la ocasión lo merece.

La Feria de San Juan de Orduña, organizada por la asociación de txokos Olaran, contó también con un espacio para la compra-venta de ganado, exposición de hermosos ejemplares de equino de razas autóctonos en la Gran Vía, una treintena de puestos en el mercado agrícola para que los asistentes pudieran llenar la cesta de la compra y otra docena de artesanales. La alcaldesa de la ciudad, Itziar Biguri, definió la jornada como "un día perfecto, con muy buen ambiente y muy merecido para los ganaderos tras dos años sin poder sacar sus animales a la calle".

"A pesar de la pandemia, hemos seguido cuidando la raza y este premio es una gran recompensa"

Mejor explotación de charoles