Los terrenos del barrio galdakoztarra de Gorosibai, que en su día albergaron las instalaciones de la empresa Maderas Basañez, ya no acogerán una planta de investigación y transformación de material de construcción sostenible, una iniciativa promovida por el Grupo Moyua que provocó una importante contestación social, hace aproximadamente un año, por parte de los residentes en ese ámbito de Usansolo al entender que se trataba, en realidad, de una planta de valorización de residuos de construcción y demolición (RCD) y considerar la actividad como molesta, insalubre y nociva.

Poco después, en abril de 2021, un informe del TAG del Ayuntamiento de Galdakao emitió un dictamen desfavorable sobre el estudio de detalle del proyecto y, tras ser desestimado en mayo un recurso de reposición ante esa decisión, en febrero de este año Uribarri S.L. -que adquirió los terrenos en subasta pública celebrada en septiembre de 2020- interpone un recurso contencioso administrativo en defensa de sus intereses. El conflicto entre ambas partes no llegará, sin embargo, a los tribunales. Tras meses de conversaciones y negociaciones, el pleno del Ayuntamiento de Galdakao acordó ayer la firma de un convenio para que esa parcela de Gorosibai pase a ser propiedad municipal y en el que se establece también, en uno de sus puntos, la llegada de un acuerdo extrajudicial entre las partes implicadas para la desestimación del recurso contencioso administrativo aún en curso. La adquisición de los terrenos va a suponer al consistorio galdakaoztarra un desembolso económico de 1,9 millones de euros a abonar en tres anualidades: este año 971.146 euros, en 2023 deberá pagar otros 484.000 euros y la misma cantidad en 2024.

En su intervención durante la sesión plenaria, la portavoz de EAJ-PNV, Aintzane Urkiza, adelantó el posicionamiento de abstención de su grupo "porque no queremos una planta de RDC en Gorosibai", pero matizó que el objetivo del convenio propuesto por el equipo de gobierno de EH Bildu, Auzoak, Usansolo Herriak y Podemos es "solucionar un error político que tuvo una importante contestación social". El principal grupo de oposición criticó, además, que "desde el comienzo de los trámites para la instalación de la RCD de Gorosibai, el Ayuntamiento ha mantenido al margen de todo proceso al resto de formaciones políticas que conforman la corporación municipal y a los vecinos y ahora, cuando no ha quedado más remedio y la gente se ha echado encima, es cuando ha comenzado a arrojar información sobre el tema".

Huerto solar de alternativa

La propuesta de nueva actividad para esos terrenos por parte del equipo de gobierno es la creación de un área vinculada a la generación de energías sostenible -o huerto solar- que incluiría plantas de almacenamiento de energías, áreas de formación en educación medio ambiental y zonas de esparcimiento. Sobre esta posibilidad, los grupos de oposición mostraron también sus reticencias "ya que es un proyecto sin definir, no hay todavía ningún estudio sobre la capacidad de generación de energía ni estimación de costes económicos", declaró el edil socialista Txema Larrazabal. EAJ-PNV también se ha expresado al respecto. "Nos mantendremos al margen de la operación urbanística planteada por el equipo de gobierno para evitar la construcción de la planta porque el procedimiento deja mucho que desear" y entiden que "la maniobra que pretende llevar a cabo podría traer consigo importantes consecuencias legales, pero la merma patrimonial de las arcas municipales será un hecho garantizado". l