BASAURI. El rastrillo solidario de las mujeres de Basauri vuelve a abrir sus puertas un año más. Lo hace hoy, y con la ilusión intacta, con la misma que el primer día. El local en el que se establecerá este clásico de las navidades en Basauri vuelve a ser el de los dos años anteriores, y está ubicado en la calle Menéndez y Pelayo (junto a la autoescuela Irrintzi). Sus organizadoras, tras varios años superando lo recaudado en los anteriores, esperan que este año también puedan conseguirlo, aunque lo “más importante es poder ayudar con lo que consigamos vender”, explican.

Y es que un año más, el Rastrillo Solidario de Basauri tiene ese carácter solidario que más que nunca en estas fechas adquiere un significado especial de la mano de esta particular mercadillo en el que se puede comprar casi de todo. En este sentido, el total de lo recaudado irá destinado a tres asociaciones; por un lado, a Médicos Sin Fronteras, también a la Asociación Española Contra el Cáncer y por último, para Arnasa, Asociación Fibrosis Quística Euskadi.

Cabe destacar que el año pasado, las mujeres que organizan este rastrillo lograron recaudar más de 18.000 euros. Las voluntarias que lo organizan ya tienen todo dispuesto en la lonja, que abrirá de lunes a sábado de 12.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 por las tardes y de 12.00 a 14.00 los domingos y festivos. Aunque tienen muchos artículos para vender, una de las particularidades de este mercadillo es que, hasta el próximo 5 de enero, día en el que cerrará sus puertas, sigue recibiendo distintos artículos.

Por eso, “quien quiera colaborar trayendo algo puede dejarlo en la lonja”, indican. Eso sí, “debe estar en condiciones óptimas para la venta”, ya que, aunque los precios en este rastrillo son muy económicos, “todo lo que vendemos intentamos que esté en perfectas condiciones”. En este sentido, dentro, en la lonja, se puede comprar ropa, zapatos, música en diferentes formatos, bisutería, artículos para el hogar, etc.

Y no es raro poder encontrarse algún carrito para bebés o sillas, y otros objetos curiosos. No obstante, todo se vende “muy barato”, y la mayoría de artículos no pasan de cinco euros, siendo la mayoría ventas de alrededor de uno o dos euros. La variedad de objetos es muy notable, y como cada día reciben género nuevo, es muy habitual “que haya gente que repite y que venga varios días durante el mes que estamos con las puertas abiertas”.

Una de las labores más duras es la de reponer, ya que a medida que se vende, las integrantes de la Comisión de Mujeres del Rastrillo Solidario van reponiendo artículos para la venta en las distintas mesas y demás estanterías que pueblan la enorme lonja. Las organizadoras, aunque “sabemos que las y los basauritarras se vuelcan con esta iniciativa”, vuelven a animar a “participar en el rastrillo, sea donando o comprando, porque además de encontrar gangas uno se va contento porque colabora”, subrayan.