Trabajadores del Instituto Foral de Asistencia Social de Bizkaia (IFAS) se concentraron en Bilbao, convocados por el comité de empresa y la junta de personal de la Diputación, para reclamar “medidas eficaces” que garanticen la seguridad de los trabajadores y evitar que se produzcan agresiones como la que sufrió la pasada semana una educadora social. Esta agresión, denunciaron, “pone en evidencia una realidad” que se sufre “desde hace tiempo” ya que el perfil de los menores de los hogares “es cada vez más complejo” y, al mismo tiempo, hay “un dimensionamiento insuficiente” de las plantillas.

Por ello, el comité y la junta de personal instan a la Dirección del IFAS a trabajar en la implementación “lo antes posible” de “medidas preventivas eficaces que garanticen la seguridad y salud de las trabajadoras, la atención digna y profesional de los menores y una respuesta adecuada a las necesidades que se generan diariamente en los recursos dirigidos a los menores”. “Garantizar la seguridad de las personas trabajadoras no es negociable”, subrayaron. En este sentido, insistieron en que es “urgente sentarse, revisar los protocolos actuales” que, a su entender, “es evidente que no han sido suficientes” y la evaluación de riesgos de los puestos de trabajo, así como aumentar todos los recursos materiales y humanos necesarios para que “el personal pueda realizar sus tareas de forma segura”.

Solos y de noche

Entre otros aspectos, incidieron en que en el IFAS, “la normalidad es que el personal que trabaja en el turno de noche trabaje solo, bien sea educador o bien sea auxiliar educativo”. Dejar de que sea así, explicaron, “no sabemos si evitaría las agresiones, pero desde luego sí la gravedad”. “No es lo mismo estar sola y no tener quien te eche una mano, no tener quien te ayude o no tener quien pare esa agresión y quien gestione los recursos necesarios en ese momento en el hogar”, apuntaron.

Las representantes sindicales manifestaron que el comité de empresa y todos los sindicatos que lo integran hicieron, tras lo ocurrido, una solicitud para que se reúna el Precomité de Seguridad y Salud de forma urgente y, aunque desde la dirección les han “respondido que consideran que hay que realizar la reunión”, todavía no les “han dado cita para ello”. “Nos tenemos que sentar ya”, exigieron.

Las portavoces del comité defendieron que el servicio que se presta a los menores en estos recursos “hay que darlo, pero de forma adecuada y de forma segura para los trabajadores”. Finalmente, admitieron que “el malestar o la incertidumbre y el nerviosismo que puede crear en las personas trabajadoras” la agresión a una compañera “es evidente” y subrayaron que lo que “toca” es trabajar para “que eso cambie, que mejoren las condiciones y puedan trabajar en condiciones de seguridad”, concluyeron durante la concentración.