La Fundación Mutua Madrileña ha entregado sus XXII Ayudas a la Investigación Médica -dotadas de 2,3 millones de euros- a un total de 23 estudios y ensayos clínicos dirigidos a la mejora de los tratamientos médicos que se desarrollarán en diferentes centros de investigación. Entre ellos se encuentra un estudio oncológico centrado en los tumores de cabeza y cuello que se llevará a cabo en el Instituto de Investigación Sanitaria BioBizkaia, impulsado por Osakidetza y la EHU.

La doctora Olatz Zenarruzabeitia liderará la investigación cuyo fin es identificar aproximaciones terapéuticas para mejorar la respuesta al tratamiento de pacientes con tumores sólidos de cabeza y cuello. Y es que a pesar de los avances, numerosos tumores sólidos como el carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello (CCECC) siguen siendo resistentes a los tratamientos convencionales, han detallado en su valoración del jurado técnico. “Para este tumor, la única terapia dirigida aprobada es el anticuerpo monoclonal cetuximab. No obstante, una parte considerable de los pacientes no responde al fármaco o desarrolla resistencia”, han apostillado.

Células modificadas genéticamente

En los últimos años se están desarrollando diversas estrategias de inmunoterapia para explotar el potencial antitumoral de las células NK. Así, estas células modificadas genéticamente (CAR-NK) están dando buenos resultados en cánceres hematológicos, aunque su eficacia sigue siendo limitada en tumores sólidos, debido, en parte, a su baja infiltración tumoral.

La Fundación Mutua Madrileña ha entregado sus XXII Ayudas a la Investigación Médica -dotadas de 2,3 millones de euros- a un total de 23 estudios y ensayos clínicos dirigidos a la mejora de los tratamientos médicos que se desarrollarán en diferentes centros de investigación. Javier Valeiro

“El objetivo de este estudio es mejorar la tasa de respuesta de los pacientes al tratamiento y, para ello, por un lado, queremos identificar perfiles genéticos asociados a diferencias en la efectividad de las células NK que ayuden a tomar decisiones personalizadas sobre el tratamiento. Asimismo, se generarán células NK con mayor capacidad de infiltración para usarlas en terapia celular adoptiva dirigida a tumores sólidos”, ha explicado la doctora Zenarruzabeitia, al frente del equipo investigador en BioBizkaia.

Este tipo de tumores presenta una alta heterogeneidad genética, lo que dificulta su tratamiento. Sin embargo, un análisis de algunas de las variantes genéticas que entran en juego puede ayudar a clasificar a los pacientes oncológicos según su perfil genético. “Saber cómo va a responder un paciente a un tratamiento será útil para tratarlo con una terapia más adecuada desde el principio, lo que resultará en una mejor respuesta en cada caso”, ha sostenido la doctora a cargo de la investigación.

Alta probabilidad

Por otro lado, en tanto que la inmunoterapia basada en células NK modificadas genéticamente todavía tiene margen de mejora en pacientes con tumores sólidos por la dificultad de acceder al tumor, el estudio pretende generar nuevas células NK con el potencial de usarse en el tratamiento de tumores sólidos. “Los datos y el conocimiento que se deriven de este proyecto de investigación tendrán una alta probabilidad de aplicación a la práctica clínica e, igualmente, podrán ser la base de futuros ensayos clínicos”, ha valorado la doctora Zenarruzabeitia.