A las 12.00 horas, al igual que ocurrió hace 88 años, la sirena que precedía a los ataques aéreos franquistas ha vuelto a sonar en Plazakoetxe, en el mismo lugar donde el 19 de mayo de 1937 fallecieron 16 galdakoztarras que intentaban protegerse en uno de los refugios que existía en la localidad.

Con ese estremecedor sonido ha comenzado el homenaje que, un año más, ha rendido Galdakao a las víctimas de aquella tragedia y a todas las que murieron durante el cruento conflicto bélico. El sentido acto de recuerdo ha sido el colofón a una semana de actividades conmemorativas y ha contado con la presencia de la mayor parte de los concejales del equipo de gobierno y de los grupos de oposición, además de integrantes de la plantilla municipal, familiares de las víctimas y ciudadanía. También el alumnado de la Escuela de Música Máximo Moreno que han abierto el homenaje con la interpretación de la canción ‘Xalbadorren Heriotzean’, de Xabier Lete.

En su intervención ante los asistentes, la concejala de Recursos Humanos, Eguzkiñe Gezuraga incidió en el “dolor, violencia y opresión” que los acontecimientos bélicos causaron al pueblo de Galdakao, sobre todo los 28 bombardeos que sufrió el municipio durante la contienda civil y especialmente el del 19 de mayo de 1937 a la entrada del refugio y que “truncó el futuro de muchas familias”. A estas palabras se ha sumado el alcalde de la localidad, Iñigo Hernando, recordando que “en todos los pueblos, personas del PNV, ANV o Izquierda Republicana, socialistas, euskaltzales o abertzales fueron perseguidas, encarceladas, torturadas y fusiladas”.

Tropas franquistas atravesando Plazakoetxe, el 16 de junio de 1937, en su avance hacia Bilbao Ayuntamiento de Galdakao

Cuando aún no había pasado un mes de esos ataques, "las tropas fascistas ya se paseaban por lo que hoy es nuestra calle principal”, ha lamentado el primer edil que también ha tenido palabras de agradecimiento hacia el trabajo de investigación y divulgación de la asociación Galdakao Gogora y del galdakoztarra Edu Madina Etxeberria, fallecido hace unos meses. "Tareas como estas han sido muy importantes para que hechos como estos no se vuelvan a repetir”.

Réplica del Guernica como regalo

Mari Carmen Tutor, hoy en día única superviviente de aquel bombardeo que acabó con la vida de su madre, su hermana y a su abuela; su prima Agurtzane Yurrebaso, que también perdió a 3 familiares; y Enrique Jugo, cuyo hermano, Moisés, murió con tan solo 11 años a consecuencia del ataque. Son las víctimas galdakoztarras, directas o indirectas, que han acudido a un homenaje que, hoy en día, tiene más sentido que nunca. Primero, para transmitir lo sucedido a otras generaciones y evitar "que vuelva a suceder lo mismo", ha destacado Jugo. Y segundo, para lanzar un necesario mensaje de empatía y solidaridad "con todos aquellos pueblos que sufren, porque eso está pasando ahora mismo en otros lugares del mundo”.

La sorpresa de la jornada ha llegado en forma de regalo. El galdakoztarra Ángel Díaz ha hecho entrega al Ayuntamiento de una réplica en talla de madera del cuadro 'Guernica' de Pablo Picasso, un regalo al pueblo que ha sido entregado al alcalde y a las familias de las víctimas del bombardeo que será colocado en el salón de plenos de la Casa Consistorial.

Agurra y ofrenda floral

Para dar por terminado el acto, June Sánchez ha bailado ‘Agurra’, una danza que expresa reconocimiento y respeto, acompañada por el saxofonista Eneko Arraibi que también ha puesto música a la lectura del poema compuesto y recitado por Irati Bediaga.

Concejales jeltzales en la ofrenda floral junto al monolito de Plazakoetxe A.A.

El homenaje ha finalizado con una ofrenda floral, mirando al presente y al futuro. El alcalde Hernando, en nombre del pueblo, ha colocado un ramo de flores en el monolito que recuerda a las víctimas de aquel bombardeo y cada familiar, una flor. A continuación, ciudadanía y participantes han añadido flores al monolito, entre ellos, concejales de todos los grupos políticos del Ayuntamiento de Galdakao.