El club de natación adaptada Erandio Baitan crece hasta los 30 deportistas
El equipo, que cuenta con Mikel Erdozain, quien estuvo en los Juegos de París, supera barreras y retos
El deporte es más que un juego. Es más que una competición. Son frases muy repetidas, rimbombantes y reiteradas a ritmo del corazón. Véase, si no, estos días pasados en Miribilla o en San Mamés –La Catedral aún está levitando–. A buen seguro, sean afirmaciones incomprensibles e hiperbólicas para aquellos que no caen en esta tela de araña fascinante... Pero, realmente, donde estas palabras adquieren todo su peso, valor y significado es en el deporte adaptado.
“Lo que aporta a las personas con diversidad funcional es muy evidente”, sentencia Natalia Folgado, la entrenadora de Erandio Baitan, el equipo de natación de la localidad que está creciendo como la espuma, colgándose medallas y pulverizando récords. Y, sin embargo eso, todo eso, es segundo plano. “Ya se lo decía a los padres y madres: que una cosa eran los logros deportivos, que están muy bien, pero que donde iban a notar lo que ayuda es en el ámbito social, en la vida. Estos chavales no tienen ahora nada que ver a cómo empezaron”, describe Natalia, que acumula años y años y metros y metros en la piscina paralímpica, tanto en Erandio como en la Náutica de Portugalete. Desarrollo de la autonomía personal y de la confianza, práctica de hábitos saludables, ejercicios que mejoran la movilidad, una vía para la socialización, la participación... Esas son las auténticas medallas. “Aquí les tenemos en la junta directiva para que organicen ellos los viajes y más cosas”, desvela Natalia.
En el club jarrillero empezó y terminó la primera parte de la historia de estos nadadores que se sentían como peces en el agua. Allí comenzaron a dar brazadas hasta que estalló la dichosa pandemia, el equipo adaptado se evaporó y no llegó a solidificarse de nuevo después... “Ellos querían seguir nadando juntos”, subraya la técnica. Así que ella misma y Marijose Barrios, la madre de uno de los niños, pelearon por buscar la manera de tejer una nueva estructura, de dar con un nuevo espacio en el reunir a los chicos y que volvieran a sentir y a hacer aquello que tanto les gustaba. Unidos. Marijose y su hijo, Asier, son de Erandio, así que lo intentaron allí. “Contamos con mucha ayuda del Ayuntamiento”, reconoce Natalia. Así nació Erandio Baitan y así se encontraron otra vez todos los compañeros. “¡Se volvieron a juntar los doce!”, se alegra la entrenadora. Era 2021 y ahora, el club erandioztarra cuenta con una escuela y con los competidores federados: en total, una treintena de deportistas que disfrutan a tope, que se sienten libres, y que afrontan el día a día, fuera del agua, de mejor manera: Enara Hormaeche, Asier Benayas, Inazio Nieva, Enetz Gómez, Mikel Erdozain, Nahia Guimarey, Haizea Vázquez... son algunos de los nombres de esta familia deportiva sin barreras. “Nos va muy bien y estamos muy contentos, hemos crecido bastante esta temporada”, admite Natalia. Durante el año, Erandio Baitan participa en la liga AXA y va de aquí para allá con resultados en la piscina excelentes. El objetivo máximo de la temporada, a donde apuntan las miradas y las ambiciones competidoras, es el campeonato de España de clubes, que se disputará en el mes de junio en Zaragoza. “Nuestra intención es mandar al máximo número de nadadores allí”, confirma la técnica.
Y, desde luego, están en disposición de hacerlo. Porque estos deportistas con diversidad –con parálisis cerebral, discapacidad física, visual o intelectual– tienen genética ganadora y kilos de esfuerzo para ofrecer. Por ejemplo, en el Campeonato de Euskadi, disputado en febrero en Gasteiz, Erandio Baitan consiguió el trofeo al mejor equipo de la competición. Mientras que el pasado mes, regresó del campeonato de España, celebrado en Las Palmas de Gran Canaria, con un puñado de marcas personales, además de las dos medallas de Enara Hormaeche: plata en 100 metros braza y bronce en ese mismo estilo pero en 50 metros. De igual modo, en el Open Isles Balears, Mikel Erdozain se adjudicó dos récords de España en los 200 metros espalda y los 200 metros libres –superándose a sí mismo–, en la categoría S2. Este chaval de 23 años es un auténtico crack batiendo registros y su estela es una de las más destacadas en el panorama. Es más, llegó a obtener una invitación para los Juegos Paralímpicos de París y allí que estuvo, con su sonrisa inmutable, en las pruebas de 100 y 50 metros espalda y 200 libres. Antes, acababa de estrenar su faceta internacional en el Campeonato de Europa. Este leioaztarra se adentra en la natación tras practicar diversas modalidades en las que ya demostró que es un mago deportivo: tenis de mesa, escalada en rocódromo, ajedrez –campeón de Euskadi por equipos–, surf, y boccia, donde fue oro en el campeonato de España categoría jóvenes. Natalia fue su descubridora en la piscina. “Yo le enseñé a nadar”, recuerda. No fue fácil. No fue rápido. Pero ¡guau!
Las buenas noticias empapan al club de Erandio, sumergido, por otro lado, en las dificultades económicas que tanto pesan en estos casos. Las familias pagan los desplazamientos, de hecho. “Necesitamos más ingresos para una estabilidad. Ahora, además, estamos intentando ampliar el apartado técnico para que ellos estén bien atendidos”, señala la entrenadora. Más barreras que superar...