La cultura del despilfarro ha sufrido un duro revés en Bizkaia en solo tres meses. Y todo, gracias a la conciencia social de casi dos mil personas que en vez de tirar objetos de uso cotidiano, han optado por llevarlos a reparar, a remendar o a restaurar. Con ese comportamiento tan sencillo han evitado la generación de unas 14 toneladas de residuos. Y de paso, se ha conseguido dar un buen meneo a los comercios de este sector, desterrado de la vida diaria por el consumismo, y que gracias a la campaña de bonos lanzada por la Diputación Foral de Bizkaia han sacado a relucir su experiencia.
Estos son los datos fundamentales y positivos del balance de la primera campaña desplegada por la Diputación Foral de Bizkaia. Y habrá más porque los 94 comercios que han tomado parte en esta iniciativa pionera así se lo han pedido ya a la institución foral que ha aceptado la propuesta y el reto de seguir avanzado en un modelo económico y de vida más eficiente que el presente. Las líneas ya están definidas, al menos sobre el papel: impulsar acciones concretas que favorezcan hábitos de consumo más responsables.
Y la respuesta de la ciudadanía vizcaina a esta convocatoria también parece estar debidamente ordenada tal y como se desprende de esos datos: se han agotado el 93% de los bonos, es decir 4.650 de los 5.000 vales de 10 euros de descuento que la institución foral emitió en diciembre para poner en marcha la campaña Bizkaia Repara. El objetivo de la misma al nacer fue claro: poner las cosas fáciles para que quien lo desee pueda alargar la vida útil de algunas de sus pertenencias.
“Los datos de participación y el alto porcentaje de bonos utilizados confirman que la ciudadanía de Bizkaia apuesta por la reparación como una alternativa real y viable frente al consumo desechable. Este éxito refuerza nuestro compromiso de seguir promoviendo iniciativas que favorezcan la economía circular y el cuidado del medio ambiente”, resumía Arantza Atutxa, responsable foral de Medio Natural y Agricultura.
Margen de maniobra para evolucionar hay. Más por abajo que por arriba, a tenor de los perfiles de personas que se han beneficiado de estos bonos. Y es que la edad media de los demandantes de estos vales de descuento ha estado en la horquilla de los 40 a los 65 años. Es decir, hay oportunidad para crecer en los segmentos de población más joven, a la que hay que convencer de las bondades de esta práctica.
Nuevas oportunidades
En total, fueron 1.862 las personas que canjearon esos bonos. Menos de dos mil personas que con un simple gesto han impedido que 14 toneladas de objetos acabaran siendo residuos. Una acción que, además del ahorro y del alivio que ha supuesto para las economías domésticas, ha supuesto un golpe de timón para esos negocios locales que pueden volver a posicionarse como alternativa responsable a ese modelo de usar y tirar imperante durante décadas. Por eso mismo, la diputada Atutxa insistió en el hecho de que esta iniciativa de Bizkaia Repara pretende concienciar a la población sobre la importancia de reducir, reutilizar y reparar “como pilares fundamentales para un desarrollo sostenible”, al tiempo que alumbra “nuevas oportunidades de negocio para los establecimientos”; en esta ocasión para los adheridos, pero en el futuro puede que para más.
El objetivo final es diseñar un sistema –en el que la colaboración público-privada también tendrá su parcela– en el que nada sea un desperdicio, en el que cada residuo pueda convertirse en un nuevo recurso. La estrategia de la Diputación Foral de Bizkaia para los próximos años así lo recoge cuando establece como objetivo prioritario el impulso de sistemas que promuevan la reutilización y reducción de residuos en el Territorio Histórico, “ofreciendo soluciones prácticas para que las personas puedan reparar sus bienes en lugar de desecharlos, y avanzando así en el desarrollo de un consumo más responsable y respetuoso con el medio ambiente”.
‘Bizkaia Repara’
Textiles, relojes, ordenadores...
Las reparaciones. Durante estos tres meses de campaña, los establecimientos participantes han ofrecido servicios de reparación para una amplia variedad de productos, entre ellos textiles, calzado, artículos de cuero, muebles, menaje, ordenadores, periféricos, equipos de comunicación, aparatos electrónicos, electrodomésticos, relojería, joyería y otros artículos de uso personal y doméstico. Tal y como detalló la diputada foral de Medio Natural y Agricultura, Arantza Atutxa, los comercios donde más se han canjeado los cupones han sido en los dedicados al textil y complementos, seguido del de relojes y joyería, reparación de ordenadores y, en cuarto lugar, el de calzado y artículos de cuero.