El Ayuntamiento de Sopela ha culminado el proceso de cesión al Gobierno vasco del terreno de Loroño destinado a la construcción del nuevo colegio. El pleno municipal aprobó este pasado jueves dicha cesión con los votos favorables del equipo de gobierno, –formado por EH Bildu y Elkarrekin Sopela–, PNV y PSE, y con el voto en contra de la Alternativa Vecinal. Junto con la parcela de Abaro, se ha iniciado el camino de ejecución de la de Loroño, tras haberse realizado el año pasado todos los trámites internos para la cesión definitiva de ambas parcelas. Entre otras, la modificación de la normativa urbanística en Loroño y la ocupación de la parcela en Abaro.
Cabe recordar que la ampliación de los centros educativos públicos de la localidad comprende un edificio de Infantil en Loroño, de Primaria en Zipiriñe y de Secundaria y Bachillerato en Iberre. Por otra parte, el procedimiento para poner a disposición de Lakua las parcelas de Abaro sigue su curso. Tras acordarse el año pasado la ocupación de la parcela con los propietarios de los terrenos, el Ayuntamiento ahora debe dar este último paso y se ha fijado como objetivo el pleno de marzo.
Electrolineras
Por otro lado, el PNV de Sopela reclamó en la sesión plenaria al equipo de gobierno que lleve a cabo la instalación de las dos electrolineras adquiridas en mayo de 2023, dentro del proyecto de peatonalización del centro urbano, y que en un principio se iban a situar delante de la iglesia. Con un coste total de 12.000 euros, ambas estaciones de carga para vehículos eléctricos llevan desde entonces “guardadas en un local”, según apuntó la edil jeltzale, Amaia Guenetxea. “La indecisión del equipo de gobierno sobre su ubicación perjudica a la ciudadanía, que tiene que ir a otros municipios a cargar sus vehículos”, expresó. Por su parte, la alcaldesa, Guruzne Carrasson, respondió que les preocupa “dónde colocarlas y la manera de gestionarlas, si de forma municipal o a través de una concesión”, aunque remarcó que este asunto no está “dentro de las prioridades”.