Brotes verdes en el sector agroalimetario de Bizkaia
Martin Uriarte, director gerente de Lorra, identifica la falta de relevo generacional como el principal problema en el que se tiene que trabajar
El sector agroalimentario vizcaino está a punto de cerrar un año positivo con avances muy significativos. Tras un año en el que la situación ha cambiado, miembros del sector comienzan a ver brotes verdes. “Estamos satisfechos de que se nos haya oído”, señala el director gerente de Lorra S.Coop, Martin Uriarte, quien hace referencia a la importancia de trabajar en base a las demandas del sector.
Parte de este buen resultado se debe a la inversión impulsada desde la Diputación Foral de Bizkaia a través del denominado Suspertze Plana, un proyecto en el que participa la cooperativa agraria y ganadera Lorra.
El plan, que cuenta con 14 medidas, nació como respuesta a la crisis sufrida en el sector primario. Una vez llegan las ayudas, Uriarte apunta que la situación es mejor. “Respecto a cómo estábamos en el ejercicio pasado en el que estaba la gente desesperada hay avances”, expone Uriarte.
Consumir producto local
Se nota en “los costes” de la “energía” y “los piensos”. Mientras la lluvia no ha sido buena compañera de la cosecha del txakoli, si ha sido para los ganaderos. “Hay más hierba, más forraje y por tanto dependes menos de forraje externo que es un coste añadido”, explica Martin Uriarte.
El director gerente de Lorra S.Coop matiza que hay una asignatura pendiente, los costes de la cadena agroalimentaria. “Hoy por hoy no se garantizan los costes de producción a los agricultores”.
En un mes de diciembre marcado en el calendario de los ganaderos locales para cerrar el ejercicio de 2024 de la mejor manera posible, Uriarte remarca la importancia de “consumir producto local” durante todo el año. Un producto de calidad, sostenible y, sobre todo, “de cercanía”. “De la huerta a la mesa”, apostilla el director gerente de Lorra como una de las claves de los alimentos que se producen en las explotaciones agrarias vizcaínas.
Falta de relevo generacional
Martin Uriarte destaca que el principal problema que tiene el agro es “la falta de relevo generacional”. Según los datos recogidos en el último censo agrario (2019), la edad media de las y los agricultores en Bizkaia es de 59 años. “Es una de las demandas que le hacíamos a Diputación”, indica.
En este aspecto, a través del Suspertze Plana se va a llevar a cabo un informe de todas las explotaciones vizcaínas, sobre todo aquellas que estén cercanas a la jubilación. Se conocerá si tienen o no relevo y se les dará la opción de que su explotación continúe bien vendiendo o arrendando el terreno. Todo ello con el objetivo de no perder un activo en el sector.
En el año 2025 van a ser ocho las personas que se van a incorporar al sector. Hace años esta cifra era cercana a los sesenta. Una cantidad de personas que ha ido disminuyendo con el paso de los años. Este 2024 fueron un total de trece las personas que se iniciaron. “Algo hay que hacer para que esto no vaya a menos si no todo lo contrario, vaya a más porque si no, no vamos a tener sector de aquí a unos años”, justifica Uriarte.
Cambios en las ferias
Para que los jóvenes estén interesados en el sector, el director gerente de Lorra identifica dos factores que hay que garantizar. “Una renta digna y una calidad de vida”. En una sociedad en la que los cambios se producen a pasos agigantados, Uriarte señala la importancia de trabajar en los próximos años “de manera urgente y con prioridad para que no se marchen activos del sector”.
Mantener el producto local de calidad que nace de las explotaciones agrarias vizcaínas es un trabajo a desarrollar desde las propias instituciones, desde la cooperativa Lorra, desde las asociaciones, desde toda persona que “tenga sensibilidad y cierto egoísmo por mantener un sector que nos alimente” y que gestiona el 85% del territorio.
De hecho, en el caso de que el número de productores descienda, ferias tan emblemáticas como el Último Lunes de Gernika irán menguando ante la falta de agricultores que lleven sus productos. “Este año ha pasado de 300 puestos a 200 y pico, ahí es donde se nota”, ejemplifica teniendo en cuenta que “es algo que está pasando en todas las ferias”. Para que los agricultores puedan continuar ofreciendo a la ciudadanía el producto elaborado en las explotaciones vizcaínas es importante el consumo del producto local en el día a día.