Una nevada a nivel del mar, un choque múltiple en el puente de Rontegi o un accidente con derrame de hidrocarburos; las incidencias más graves que se produzcan en las carreteras se Bizkaia se controlarán desde una nueva sala de crisis ubicada en el centro de control MKZ de Malmasín, donde ya han comenzado las obras de ampliación y reforma. Los trabajos, que se prolongarán durante 18 meses, permitirán actualizar unas instalaciones que datan de 1973 para adaptarlas a las nuevas exigencias de la red viaria.
La renovación del Centro de Control de la Movilidad MKZ (Mugikortasuna Kudeatzeko Zentroa) incluirá tanto la reforma del actual edificio como la construcción de uno nuevo, anexo, que permitirá ganar algo más de 440 metros cuadrados. La Diputación pretende así "mejorar la eficacia en la atención de las crecientes demandas de las infraestructuras de Bizkaia", según ha explicado este jueves el diputado foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Carlos Alzaga. "Este proyecto reafirma nuestro compromiso para garantizar que las infraestructuras y los sistemas de control de carreteras estén equipados para los desafíos futuros, posicionando al territorio como referente en innovación y sostenibilidad en el ámbito de la gestión de la movilidad y la seguridad en carreteras".
Ubicado en la entrada de los túneles de Malmasín, MKZ gestiona la red viaria de Bizkaia y sus túneles, a excepción de las vías de peaje que se supervisan desde Interbiak. Desde aquí se realiza un seguimiento en tiempo real de todas las carreteras y sus túneles, se gestionan los incidentes que se pueden producir junto a SOS-Deiak y se actualiza el estado de la real mediante la aplicación Bizkaimove. Cada día recopila más de cinco millones de datos y en los últimos cinco años ha gestionado casi 50.000 incidencias.
Esta transformación integral permitirá responder a los nuevos proyectos que se están desarrollando y se van a poner en marcha en el medio plazo, como la remodelación de los túneles de La Avanzada y Artaza, la variante de Markina -que incluye un nuevo túnel- o las mejoras en los corredores del Kadagua y el Txorierri.
En el nuevo edificio
Entre las principales mejoras que se llevarán a cabo, destaca la creación, en el nuevo edificio, de una sala de crisis, diseñada para optimizar la respuesta ante incidentes críticos en tiempo real. "Hasta ahora venimos usando la sala de crisis del centro de Txurdinaga pero creo que es bueno para atender aquellas incidencias que no afecten a SOS-Deiak en general, sino de vialidad pura y dura. Es bueno tener una exclusiva las carreteras forales", ha apuntado Alzaga. "Una nevada a cota cero, un choque múltiple en Rontegi o un accidente con un derrame de hidrocarburos serían incidentes que se gestionarían directamente desde aquí".
La sala de control también se ampliará a dos alturas, asimismo en el nuevo edificio, lo que permitirá pasado de 20 a 32 pantallas de 55 pulgadas con tecnología LED. Se mejorarán además las áreas de oficina, que pasarán de 15 a 24 estaciones de trabajo, y se ampliarán y modernizarán los talleres, vestuarios y áreas de descanso. La reestructuración mejorará igualmente los flujos internos y permitirá que todas las plantas tengan acceso directo al exterior, "un cambio que refuerza el compromiso de MKZ con el bienestar de sus empleados. Queremos que sea un espacio cómodo para los trabajadores", ha añadido el diputado foral.
Menor huella de carbono
El edificio estrenará con las obras una nueva imagen, ya que se instalará una nueva envolvente de madera que permitirá mejorar el aislamiento térmico y reducir la huella de carbono en su fabricación y los consumos, en una proporción equivalente a la plantación de 246 árboles. Se instalarán además 28 paneles fotovoltaicos en la cubierta, para abastecer de energía al centro, y se evitarán deslumbramientos en las pantallas de la sala de control mediante aperturas cenitales en dientes de sierra.