Las Juntas Generales han aprobado este miércoles el plan de residuos de Bizkaia hasta 2030, que establece ambiciosos objetivos en cuanto a reducir la generación de basura, el reciclaje y la separación de la fracción orgánica. Solo EH Bildu se ha opuesto al documento, que en su opinión llega "muy tarde" y al que "falta ambición". Desde el PNV, se ha reconocido que se ha tardado "más de lo que nos hubiera gustado" pero ha criticado la "falta de voluntad" de la coalición para acercar posturas de cara a llegar a un texto de consenso.
La nueva hoja de ruta ayudará al territorio a cumplir los objetivos establecidos por la Unión Europea para 2030 reduciendo la generación de residuos en un 15% y recuperando de 4,9 de cada 5 kilos de los generados. Entre los ejes sobre los que pivotarán las actuaciones y programas recogidos en él, destacan ampliar las tasas de reutilización y reciclaje, incrementar la valoración material de artículos que hoy en día terminan en el contenedor, o reducir la basura que termina en el vertedero.
La diputada de Medio Natural y Agricultura, Arantza Atutxa, ha destacado el proceso de participación que se puso en marcha para su elaboración, durante el que se recogieron e incorporaron 169 propuestas que habían realizado ayuntamientos, mancomunidades, entidades y asociaciones. "Este plan no tiene necesidad de tramitarse como Norma Foral pero se ha hecho así para someterlo a exposición pública, contar con aportaciones y lograr así un amplio acuerdo", ha especificado. Bizkaia cuenta en la actualidad con 38.505 contenedores que recogen 540.000 toneladas de residuos anuales. De ellos, en este momento el 48% se recicla, el 33% se destina a generación de energía, el 12% va a vertederos, y el 3% a compostaje.
Con ellas, la norma recogerá la obligación de publicar los datos relativos tanto a la gestión de los residuos como, en concreto, de la recogida, separación y tratamiento de la fracción de envases, incluyendo las proporciones de los distintos materiales a la entrada y a la salida de las plantas. Del mismo modo, se dará cuenta de la participación de la Diputación en los distintos foros de referencia a nivel estatal y europeo en esta materia. También se hace hincapié en la reducción de la huella de carbono de los vehículos que conforman la flota de recogida, ya prevista en el proyecto a través de la incorporación de los que están propulsados por ejemplo por hidrógeno, disminuyendo los kilómetros que recorren.
Contactos con los partidos
En las últimas semanas, PNV ha mantenido contactos tanto con EH Bildu como con Elkarrekin Bizkaia, para negociar las seis y dos enmiendas, respectivamente, que habían presentado estos dos últimos partidos, y que hacían referencia, entre otros, a la implantación de un sistema de pago por generación de residuos, la recogida puerta a puerta de los comerciales, la identificación de los ciudadanos al depositar la basura y el cierre definitivo de Zabalgarbi.
Mientras que las negociaciones con la coalición morada han sido fructíferas y han desembocado en dos enmiendas transaccionales que han sido incorporadas al texto, no ha sido posible con EH Bildu. Para su apoderado Raúl Méndez, los casi 20 años discurridos desde que se aprobó el plan anterior ya "dejan ver el interés de la Diputación en este ámbito", que ha dado como resultado un texto "continuista con lo que se ha hecho hasta ahora y con pocas novedades". Entre sus propuestas, Méndez ha recordado la identificación de los ciudadanos a la hora de depositar los residuos, "eficaz a la hora de reducir su generación", o un plan para el cierre de Zabalgarbi.
"Línea roja"
Jesús Lekerikabeaskoa (PNV) sí ha reconocido la tardanza en su tramitación, pero ha advertido que durante todo este tiempo "se ha seguido trabajando, poniendo en marcha proyectos piloto o ayudando a los ayuntamientos a implantar contendores orgánicos". Respecto a las pegas de EH Bildu, ha señalado que la autonomía de los ayuntamientos en este ámbito, que pone en cuestión planteamientos como el cierre de los sistemas de recogida o el pago por generación, es una "línea roja que no vamos a sobrepasar. No vamos a imponer nada a los Consistorios". Tras admitir que se ha estado "cerca" de llegar a un acuerdo, ha puesto en duda la voluntad real de EH Bildu para ello. "Son excusas baratas, consecuencia de no haber hecho los deberes a tiempo. Por eso no van a apoyar el plan; todo lo demás son discursos y palabrería".
El apoderado del PP, Diego Pagadigorria, ha cuestionado el cumplimiento de todos los objetivos para 2030, antes de remarcar el papel esencial que van a jugar los ciudadanos. "Es fundamental que logremos la actuación individual de las personas; la concienciación y sensibilización de la necesidad de separar y reutilizar los residuos van a ser clave", ha alertado, confiando también en que el desarrollo del plan "no suponga un incremento de las tasas municipales".
Finalmente, desde Elkarrekin Bizkaia, Richar Moreno ha reconocido que "sobre el papel es difícil poner pegas" al nuevo plan, en el que sí ha echado en falta "verdaderos procesos participativos. Los datos se podían haber hecho de otra manera".