La localidad minera de Ortuella no puede entenderse plenamente sin contemplar la llegada del ferrocarril en los años 1860-65 como punto de referencia en su surgimiento. Antes, los núcleos de Intxaurdi (Nocedal) y de Urioste eran los puntos reconocibles de estos parajes que pertenecieron al Ayuntamiento de Santurtzi hasta el año 1901, cuando el crecido asentamiento minero se desgajaría creando la nueva unidad administrativa hoy existente. “Puede decirse que el kilómetro cero de Ortuella está en la antigua estación de ferrocarril de Triano y las casas existentes, paralelas a las vías en la actual avenida de La Estación, que presentan un notorio deterioro”, explica el historiógrafo local, Juan Ignacio Rodríguez Camarero, quien señala que estas edificaciones, junto la casa número 3 del barrio de Bañales, situada al otro lado de la vía a unos 300 metros de la vieja estación, “son las edificaciones residenciales más antiguas de Ortuella”.

Sin embargo, mientras las casas ferroviarias y la estación antigua gozan ya de alguna protección siquiera precaria en el ordenamiento urbanístico, la casa de Bañales por las que han pasado familias tan señeras de Ortuella, como los Galán, los Torrontegui o los Gallo –cuyas hijas atendieron hasta hace unos años el bar-estanco que albergaba este edificio en la planta baja– necesitan de la consideración municipal para su protección por tratarse de las edificaciones más antiguas del centro urbano.

Protección

Al menos así lo considera el Museo de la Minería del País Vasco, que solicita al Ayuntamiento de Ortuella la inclusión de esta casa con gran valor patrimonial e histórico en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y en el catálogo de Bienes de Interés Cultural. “Con ocasión de unos trabajos de rehabilitación emprendidos por su actuales propietario se ha detectado que esta casa de Bañales responde a una tipología constructiva especialmente singular, reflejo del tipo de organización urbana de una población obrera dedicada a la minería del hierro. Se trata de un edificio ecléctico del último tercio del siglo XIX realizado íntegramente con caliza y mineral de hierro, extraído de los propios yacimientos de este material explotados durante décadas en el propio municipio de Ortuella”, señalan desde el museo gallartino.

“Es realmente curioso observar la destreza en la creación de los paramentos y sobre todo que no se utilizaba cemento sino algún tipo de arena caliza y barreduras del propio mineral que se depositaba en este puerto de carga del mineral que llegó a tener casi un kilómetro de longitud en el que se acopiaba el mineral que llegaba por tranvías aéreos o planos inclinados desde la zona de La Barga y de los montes de Triano”, señala Rodríguez Camarero, quien participó en la visita realizada al edificio por el Museo de la Minería del País Vasco.

Una entidad conservacionista de la memoria minera y su patrimonio que ha aportado en su solicitud un informe de valoración patrimonial con documentos históricos pertenecientes al archivo de planos de la Sociedad Franco Belga de Minas de Somorrostro (1873) en los que consta la existencia de la casa emplazada en la concesión minera de Concha 4, en pleno auge de la minería de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. La casa, referenciada como Casa del Sr. Salazar en uno de los documentos, así como situada en otro plano histórico de 1923 entre todo el conjunto de infraestructuras mineras del municipio de Ortuella: los Hornos de la mina Bilbao, la línea del Ferrocarril de Triano, los planos inclinados, etcétera. El museo destaca que la casa es, además, “exponente del surgir y crecimiento de una población obrera”.

Bañales nº3

Histórica. Junto con el edificio que albergó la estación vieja de Triano y las casas aledañas, la casa de Bañales 3 es probablemente una de las más antiguas del municipio de Ortuella surgido en 1901 tras su desanexión de Santurtzi.

Documentada. La casa, situada junto al paso a nivel de Bañales, aparece ya en los archivos de planos de la Sociedad Franco Belga de Minas de Somorrostro (1873). Para el historiógrafo Juan Ignacio Rodríguez Camarero, no es desdeñable que su construcción fuera paralela a la llegada del ferrocarril en 1865 para llevar el control del puerto donde se acopiaba el mineral para su transporte.

Singular. La casa, para la que el Museo de la Minería ha pedido al Ayuntamiento de Ortuella la adopción de medidas protectoras, es un edificio ecléctico del último tercio del siglo XIX realizado íntegramente con caliza y mineral de hierro, extraído de los propios yacimientos de este material.