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Abel, medallas de plata a la constancia

El jarrillero Abel Castañares se proclama subcampeón del mundo y Europa en sendas pruebas de obstáculos y cross l Recoge los frutos de 40 años de carrera en el atletismo

Abel, medallas de plata a la constanciaABEL CASTAÑARES

El deporte, junto a la docencia y la familia, ha sido el pilar clave de la vida de Abel Castañares. Este hombre de 65 años que nació en Repelega, barrio en el que vive y es muy conocido, comenzó su relación con el deporte jugando a fútbol y a pelota mano. Pasada la veintena apostó por el atletismo, disciplina a la que ha dedicado las últimas cuatro décadas.

Con constancia, tesón y la meta de superarse cada día a sí mismo, ha culminado una temporada espectacular en la que se ha proclamado subcampeón del mundo de 2.000 metros obstáculos y subcampeón de Europa de cross en la distancia de ocho kilómetros, además de haberse hecho con el campeonato estatal en los 2.000 metros obstáculos, todo ello en la categoría máster 65. “Ha sido un año espectacular a nivel de resultados, pero por encima de eso, a mí lo que me gusta son las relaciones que uno va tejiendo por el atletismo. Los resultados, a fin de cuentas, quizá no reflejen del todo el esfuerzo que realiza cada persona, porque puede haber participantes que se hayan esforzado lo mismo o más que yo y que no hayan obtenido el resultado”, desarrolla Abel, quien lleva ocho años compitiendo con los colores del Club Atletismo Bidasoa Atletiko tras haber lucido durante tres décadas los del Club Atletismo Portugalete.

El último éxito de Abel tuvo lugar el pasado 13 de agosto en la ciudad sueca de Göteborg. Hasta allí acudió con una maleta llena de ilusión no sólo por correr y competir, sino también poder ser parte de unos campeonatos del mundo en los que participaron 8.000 atletas de 111 países.

Dar “lo mejor”

“Gestioné muy bien la carrera y las emociones ese día. Me centré más en cómo debía de correr yo que en cómo corrían el resto. Sabía que me había preparado muy bien y me centré en dar lo mejor de mí”, recuerda Abel. En muchas ocasiones, dar lo mejor de uno mismo no es sinónimo de éxito, pero esta vez sí lo para el atleta jarrillero. “La carrera fue espectacular, quizá la que mejor he preparado en mi vida. Me coloqué muy bien, delante, tirando del grupo, pero en la cuarta de las cinco vueltas frené un poco para reservar fuerzas de cara a la última vuelta. Cogí las fuerzas suficientes como para poder atacar en la última vuelta y, de hecho, tras el obstáculo de la ría, esprinté y adelanté al americano que, al final, quedó tercero”, describe rememorando cada detalla. Estaba muy motivado y las fuerzas salieron de la motivación y de haber hecho bien la carrera”, apunta Abel, quien ha recibido muchísimas felicitaciones, pero sobre todo, de personas que le conocen del día a día en Portugalete. A este subcampeonato mundial logrado el pasado mes de agosto hay que sumarle, además, el subcampeonato europeo logrado en abril en la ciudad polaca de Torun.

Castañares ha logrado este año dos platas internacionales.

También entrenador

Detrás de estos éxitos hay mucho entrenamiento, disciplina, sacrificio y apoyo de su familia. “Cada vez que me planteo lograr un reto lo consulto con mi mujer porque prepararse conlleva también invertir mucho tiempo, tiempo que, en ocasiones, hay que quitar a la familia. Mi mujer y mi familia son mi gran apoyo, somos un equipo”, asegura Abel, quien durante un cuarto de siglo ha dado clase en el colegio Santa María y, además, lleva 40 años entrenando a jóvenes. “Los chavales son los que me marcan en qué punto de forma física estoy cuando me pico con ellos“, señala este vecino de Repelega que sueña con, algún día, poder correr la Zegama-Aizkorri.

A lo largo de su ya dilatada trayectoria en el mundo del atletismo máster, Abel está viendo un cambio de chip en la sociedad. “Ahora se valora mucho más lo que hacemos. Antes la gente me preguntaba si seguía corriendo, ahora quienes me conocen me felicitan. Que la gente valore más lo que conseguimos los atletas máster es nuestro mayor triunfo. Eso vale, al menos para mí, más que cualquier medalla que pueda lograr”, destaca Abel, quien, a lo largo de su carrera, ha cuidado su físico mucho para llegar en plenitud a los 65. “El cuerpo te marca, te dice también cuánto debes entrenar o no y a qué intensidad hacerlo. Si te marca que ese día no debes cargar mucho o hacer series fuertes, pues haces más suave o si el cuerpo te dice que pares, paras”, explica el atleta portugalujo.

Abel Castañares lleva 25 años siendo campeón de Euskadi en categorías máster.

Récord de Euskadi en pértiga

Esos entrenamientos, esas series, ese trabajo constante que no se ve en la pista el día de la competición es la clave para que Abel esté a los 65 años en un estado de forma envidiable y que todo ello se haya traducido en colgarse dos medallas a nivel internacional. “Ni en mis mejores sueños hubiera imaginado estar en dos podios internacionales. Jamás lo pensé. Va a ser muy complicado repetir una temporada como ésta. Pero la clave de todo esto ha sido la constancia y sí me gustaría trasladar a la gente de mi edad que después de jubilarnos podemos y debemos tener ilusión y sueños. La vida no se acaba ahí y hay que tener ilusión, objetivos y cosas por hacer siempre”, destaca Abel, quien ha sido campeón de Euskadi en categoría máster durante los últimos 25 años y este año, por si fuera poco, ha batido el récord de Euskadi de salto con pértiga en su categoría. Eso demuestra, junto al hecho de haber hecho buenas marcas en todas las distancias de atletismo, que Abel es un atleta polivalente.

Esas ganas de superarse día a día, esa ilusión que no se apaga con el paso de los años y el tener objetivos es la gasolina que hace que siga entrenando y mostrando a personas de todas las edades que siempre hay que tener retos y metas en el horizonte. Esa constancia le ha posibilitado llegar a ser subcampeón del mundo y de Europa.