El grupo eskaut Urbegi Bizia de Santurtzi está de enhorabuena este año. No en vano, no todos los años se cumplen tres décadas de vida y este colectivo lo hace viviendo un buen momento. “En Santurtzi ha llegado a haber hasta cinco grupos eskaut y, a día de hoy, nosotros somos los únicos que continuamos. Eso da una idea de la dificultad que tiene estar tanto tiempo. Creo que una de las claves ha sido que nos hemos sabido adaptar a todos los cambios y el gran esfuerzo de las personas voluntarias”, explica Mikel Aspano, uno de sus integrantes y presidente de Euskalerriko Eskautak Bizkaia.
Que la cadena no se rompa es básico para que Urbegi Bizia siga ofreciendo actividades de tiempo libre y valores a la juventud santurtziarra. Algunos de quienes entraron siendo unos niños, ahora son los monitores que hacen posible las diversas actividades que organiza el grupo a lo largo del año y, todo ello, con la colaboración de las familias. “El hecho de saber que el grupo ha sido un espacio muy positivo para ti, que te ha aportado tantas cosas y tantos recuerdos es algo que te hace dar el paso a convertirte en monitor y voluntario. Es una forma de devolver lo que a lo largo de los años nos han dado. Además, se dice que quien es eskaut lo es toda la vida”, remarca Aspano, quien entró con siete años y 18 después sigue ahí.
Todo comenzó el 4 de abril de 1994 cuando un grupo de personas liderado por Javier Valdivia decidió dar el paso de crear Urbegi Bizia. El motivo del nombre escogido se halla en su significado en euskera: Manantial Vivo. Y es que el propósito ha sido siempre ser un manantial de valores y de oferta de ocio educativo para la juventud santurtziarra de entre 8 y 18 años. Los inicios no fueron nada fáciles, pero gracias al tesón y la decisión de quienes impulsaron el proyecto, Urbegi Bizia fue creciendo de forma paulatina y la llegada de jóvenes como Mikel y otros muchos que decidieron seguir como voluntarios y monitores una vez se hicieron mayores de edad ha sido la garantía de supervivencia de este grupo que, a día de hoy cuenta con cerca de 40 niños y niñas, una cifra más que notable tras el bache y parón generado por la pandemia.
El contacto con la naturaleza es una de las señas de identidad del grupo y, para ello, Santurtzi es un enclave ideal. “Javi Valdivia siempre nos remarca la importancia del contacto con la naturaleza”, asegura Aspano. Durante años, Urbegi Bizia tuvo su base de operaciones en la iglesia de los Santos Apóstoles, pero ahora cuentan con sus locales en pleno centro de la localidad marinera, en la iglesia de San Jorge. Es allí donde se gestan las iniciativas y proyectos que pone en marcha Urbegi Bizia para incentivar el ocio infantil y juvenil como, por ejemplo, la fiesta de inicio de curso que realizarán a finales de septiembre o principios de octubre, las actividades que hacen los domingos por la tarde en sus locales y los distintos campamentos y salidas al monte que desarrollan a lo largo del curso.
A lo largo de su trayectoria y, en especial, durante este 30º aniversario, Urbegi Bizia está recibiendo el cariño de la sociedad santurtziarra. Muestra de ello es la Sardina de Plata concedida por Comercios Unidos de Santurtzi el pasado mes de julio en reconocimiento a su trayectoria y su aportación a la localidad marinera. Dentro de las actividades de este 30 aniversario han realizado una exposición fotográfica con la que han repasado y puesto imagen a sus tres décadas de trayectoria. “Este aniversario nos ha servido también para que conozcamos y recordemos a personas que han formado parte del grupo y eso es muy bonito”, reconoce Aspano. Con la llegada de septiembre, Urbegi Bizia Eskaut Taldea dará comienzo a un nuevo curso con la ilusión de seguir ofreciendo ocio y valores y para ello contará con siete monitores.