Bizkaia vigilará la llegada a las playas de una microalga tóxica
La especie, que produce picores y síntomas similares a la gripe, ya se detectó el verano pasado en cuatro arenales
Además de la carabela portuguesa, el departamento de Salud del Gobierno vasco vigilará también la posible aparición en las playas de Bizkaia de una microalga tóxica, que produce picores y síntomas similares a la gripe. La especie, que no es propia del Cantábrico sino de aguas más cálidas como las del Mediterráneo, ya se detectó el verano pasado en cuatro arenales del territorio, aunque no se registraron afecciones a persona. No se descarta que se tenga incluso que prohibir el baño si los casos se disparan en algún arenal.
Su nombre es ostreopsis y una alga microscópica marina. Vive en aguas poco profundas y bien iluminadas de playas y zonas rocosas, donde cubre la vegetación del fondo marino y las piedras. Pero a lo largo del verano, cuando aumenta la temperatura del agua y la radiación solar, empieza a crecer y es entonces cuando se puede desprender. Es entonces cuando puede llegar a verse a simple vista, en forma de espumas marrones que flotan en la superficie.
El problema son las toxinas que genera y que, en contacto con la piel, produce un molesto picor. "Normalmente se alivia con una ducha; si fuera más intenso, lo único que requiere es una ducha con jabón en el domicilio", explica Iván García, coordinador del programa de Aguas de Baño de la dirección de Salud Pública de la delegación vizcaina del departamento del Gobierno vasco.
Son los síntomas que produce la especie que ya era habitual en el Cantábrico, la ostreopsis siamensis, "que ya sabíamos que existía desde hacía muchos años". La que ha aparecido en los últimos verano es su "prima hermana", la ostreopsis ovata, típica del Mediterráneo y otros mares más cálidos. Provoca toxinas más tóxicas que la primera, con picores más intensos pero sobre todo síntomas respiratorios y febriles, "como si tuviéramos una gripe": mucosidad, tos seca, malestar general... Afectan, además, no solo a los bañistas que se encuentran en el agua, sino también a las personas que se encuentran en la arena o las inmediaciones de la playa, ya que el viento puede dispersarlas.
Afectados en Donostia
La especie mantiene en alerta a las administraciones de Iparralde y la CAV desde hace tres años. En agosto de 2021 varios bañistas de Hego Euskal Herria sufrieron síndromes gripales debido a la exposición a esta microalga, llegándose a tener que prohibir el baño en algunas de sus playas. La primera semana de septiembre, en la bahía de La Concha, la playa de Ondarreta y la isla de Santa Clara, en Donostia, ocurrió lo mismo, con casi un centenar de afectados. Las muestras que tomó el departamento de Salud en varios arenales tanto de Gipuzkoa como de Bizkaia confirmaron un recuento elevado de la microalga. "Investigadores franceses, que ya tenían experiencia de ostrepsis ovata en sus costas del Mediterráneo, encontraron por primera vez ovata en el Cantábrico", apunta García.
Desde entonces, el departamento de Salud puso en marcha programas de seguimiento, tanto para aumentar la vigilancia en las playas en el caso de que algunos bañistas sufrieran picores como, junto a URA y la UPV, de la concentración del microalga en las playas vascas con seguimientos periódicos en las playas de Ondarreta, La Concha, Saturraran y Zumaia. Se descubrieron "recuentos elevados", sobre todo en el primer arenal y más cuantiosos a medida que avanzaba el verano. Pero, misteriosamente, no se detectaron afecciones a bañistas. Es precisamente este aspecto el que más "intrigados" tiene a los expertos. "Creemos que hay un momento en su fisiología en la que producen esas toxinas no aún no hemos llegado a determinar cuándo es", reconoce el responsable del Gobierno vasco.
Llega a Bizkaia
Los muestreos se realizaron también el año pasado en cuatro playas de Bizkaia y se detectó ostreopsis ovata en todas ellas: Karraspio, Arriatera y Atxabiribil, Armintza y La Arena. "Aunque las cantidades eran más bajas que las de Gipuzkoa, ya estaba aquí". Eso sí, tampoco se tuvo conocimiento de ningún bañista afectado.
Este verano, el Gobierno vasco mantendrá la vigilancia de aparición de síntomas entre los bañistas. Si aparecieran diez casos en cuatro horas de picor leve, se activará un aviso para los usuarios de esa playa alertando de la presencia de microalgas y recomendando ducharse después de salir del agua. En el caso de superarse los veinte casos en la franja de la mañana o de la tarde, si se produjeran reacciones alérgicas severas o síntomas respiratorios, se pasaría a recomendar el baño con precaución e incluso prohibirlo "dependiendo de la gravedad".
De momento, no se sabe si estas microalgas volverán a aparecer en las playas este verano. Solo que ese más posible que lo hagan avanzada ya la época estival, "en agosto y septiembre, no es común que se detecten en junio o julio", y que son más probables en arenales con zonas rocosas.