El Athletic de Bilbao, el Bilbao Basket, el trikitilari Kepa Junkera, el fallecido diestro local Iván Fandiño, el exjugador de fútbol Xabier Garai, el compositor y músico JosÁ Soldevilla, la Asociación de Donantes de Sangre, la Fundación Euskadi Ciclista, la religiosa Koldo Eceolaza, o el chef Eneko Atxa. Son solo algunos de los agraciados con el máximo galardón de Orduña: el Perretxiko de Plata que concede y entrega la agrupación Olaran durante el acto de presentación de la feria de San Juan. A este listado de distinciones se suma ahora Fernando Moleres, reconocido fotógrafo documentalista que durante varias décadas ha realizado reportajes publicados en medios gráficos de todo el mundo.

Sus trabajos ahondan en temas relacionados con los derechos humanos para denunciar situaciones como la explotación infantil y la encarcelación de menores. Ser freelance le permite trabajar en proyectos de largo recorrido y gracias a ellos ha sido merecedor de importantes reconocimientos como el Tim Hetherington Grant en 2012, el World Press Photo en 2011 (categoría daily life) y el POY (Picture of the Year) en 2011.

En el acto de entrega del Perretxiko de Plata, el alcalde de Orduña, Iker Santocildes, alabó la trayectoria de un fotógrafo que, según sus palabras, “siempre ha buscado mostrar el mundo de una forma honesta y real” y que ahora “suma un nuevo galardón a su vitrina, este Perretxiko de Plata”. Por su parte, Iñaki Cuadra, presidente de Olaran, mencionó el libro The many faces of de earth, de Fernando Moleres, para poner en valor el mensaje que quiere transmitir el fotógrafo con sus instantáneas. “Nos muestra otro tipo de verdad y, para ello, ha estado trabajando desde los 17 años en defensa de los derechos humanos y en favor del medio ambiente.

Contra las injusticias

Y es que, la fotografía documental es para Moleres la herramienta que utiliza para que conozcamos otras realidades y para que reflexionemos sobre las injusticias de este mundo”. Por todo ese trabajo de sensibilización y de concienciación social “es un digno merecedor de esta edición del Perretxiko de Plata”, declaró.

Tras recoger el galardón, Fernando Moleres tuvo palabras de agradecimiento hacia la asociación Olaran y la ciudad donde comenzó a realizar sus primeras fotografías. “Aunque llevo mucho tiempo viviendo en Barcelona, tengo siempre muy presente a Orduña y la verdad que es una distinción que recibo con mucho honor”. Además, aprovechó la ocasión para dedicar el premio “a dos personas que han resultado fundamentales en mi vida: mi padre y mi madre, Jesús y María Dolores”. Y, también a otra persona “que allá donde esté, y si nos está viendo, seguro que le sale una sonrisa: mi abuelo Vicente, que era setero y al que alguna vez acompañé a buscar perretxikos”, recordó.

Para finalizar el sencillo acto, Fernando Moleres quiso compartir el reconocimiento que estaba recibiendo “con todos los orduñeses que trabajan, día a día, para mejorar esta ciudad y que reavivan Orduña, un lugar maravilloso y con un entorno privilegiado”.