El consumo se va recuperando en Bizkaia pese a la inflación; el alza de los precios sigue siendo la principal preocupación de los ciudadanos, que lo notan sobre todo en la cesta de la compra, pero cada vez son menos los que se ven obligados a posponer la adquisición de un vehículo o realizar un viaje.

Es una de las principales conclusiones del barómetro de consumo 2023 del Gobierno vasco que este miércoles ha presentado en Bilbao el consejero de Turismo, Comercio y Consumo, Javier Hurtado, y la directora de Comercio, Elena Moreno. "Los datos nos muestran una ciudadanía que sigue preocupada por la inflación pero que va recuperando la confianza", ha subrayado Hurtado.

En cifras: si en 2022 el alza de los precios era el principal quebradero de cabeza de más de la mitad de los ciudadanos, ahora apenas quita el sueño uno de cada tres. Otro dato significativo es que actualmente el 20,4% de la población no puede hacer frente a la compra de un bien duradero, como un vehículo o una vivienda, otro porcentaje también a la baja respecto al año anterior.

No significa que se haya recuperado la confianza en la situación económica: de hecho, aunque el índice se haya recuperado de los 62,7 puntos hasta alcanzar los 84,6 -tocó suelo en 2008, por la crisis financiera; 2020, por la pandemia, y 2022, por el alza de los precios- hay que tener en cuenta que se calcula sobre un máximo de 200. Es decir, los vizcainos siguen viendo el futuro, tanto de su economía familiar como de la macro, bastante negro.

Notan la inflación, sobre todo, en la cesta de la compra de alimentación; en especial, el aceite, y en su capacidad de ahorro. Si se calculara sobre 10, apenas superaría una nota de 3.

Dónde se compra

Pese a lo que se cuenta del comercio electrónico, la verdad es que la elección de estos canales de compra depende mucho de lo que se vaya a comprar y también de la edad del comprador. Los supermercados de proximidad son los preferidos para los alimentos frescos, los no perecederos y los artículos de limpieza del hogar. Para los alimentos frescos, además, la segunda opción es la tienda especializada, como las carnicerías, las pescaderías o las fruterías.

La compra on line se dispara, por ejemplo, para comprar artículos relacionados con el ocio y la cultura, o la informática; es mayor en aquellas zonas donde menos tiendas hay, y es más habitual entre los jóvenes menores de 30 años.

"Hablamos de unos consumidores exigentes, que tienen en cuenta la relación calidad-precio, pero que dan importancia a diferentes valores según a qué generación pertenezcan", ha valorado el consejero. Así, a mayor edad, los ciudadanos conceden más importancia a la proximidad, la profesionalidad, la atención personal y el asesoramiento; a los jóvenes prefieren establecimientos que tengan una buena política de cambios y devoluciones, un sistema de financiación o los compromisos medioambientales que haya asumido el comercio.