Con el propósito fundamental de contar con un Plan de Acción contra el Ruido, el Ayuntamiento de Durango sigue profundizando en la realidad del casco histórico de la villa: las molestias derivadas del mismo y su origen.

En lo que al proceso se refiere, en un primer paso entre mayo y julio de este año se realizaron diversas mediciones técnicas, y se llevó a cabo un proceso participativo con más de 600 personas, principalmente por vía digital y entrevistas en la calle.

Una vez realizado el mapa de ruido del municipio, ahora se busca profundizar en la realidad del casco histórico. En este sentido, se analizarán las molestias de ruido y fuentes de origen, como puede ser el ruido de la gente en la calle, hostelería, limpieza, carga y descarga, eventos y fiestas, etc. Para ello, por un lado, se han efectuado mediciones en diferentes momentos, así como durante las recientes fiestas de San Fausto. Y, por otro lado, esta semana la administración local quiere conocer mejor la opinión de quienes viven, estudian o trabajan en la zona.

En esta nueva fase, se pondrán en marcha diferentes canales de participación. Por un lado, se ha convocado una reunión con personas vecinas, hosteleras, o comerciantes del casco histórico para mañana martes, de 18.30 a 20.00 horas en el Museo Etxezarreta. Y por otro, se podrán rellenar los cuestionarios que se han buzoneado en todos los domicilios y que se deberán entregar en el SAC del Ayuntamiento antes del día 21.

Además, la concejala de Territorio, Sara Oceja, explicó que “quienes lo deseen, también pueden solicitar entrevistas telefónicas llamando al Ayuntamiento y dejando su contacto en la Oficina Técnica para contactar”, invitó a la ciudadanía.

El Consistorio pretende que a finales de este año el municipio cuente con el Plan de Acción completo y para todo Durango, de cara a los próximos años y, además, invita a la ciudadanía a participar en este proceso agradeciendo de antemano su implicación “porque entre todas y todos podemos aportar y mejorar este plan que, sin duda, va a ser muy beneficioso para las y los durangarras”, zanjó Sara Oceja.

Fue en septiembre del pasado año cuando el Ayuntamiento de Durango aprobó una partida de 120.000 euros para elaborar la actualización del mapa del ruido de la localidad; el anterior se desarrolló en 2016.

Un trabajó que debía haberse realizado en 2020, pero, debido a la pandemia, se tuvo que posponer hasta este año. Tras diagnóstico de la situación actual de ruido del municipio y realizadas las mediciones acústicas pertinentes, el plan será una realidad a finales de año.