Las extenuantes jornadas “pueden empezar a las cinco o seis de la madrugada y prolongarse hasta las 22.00 horas, y ya si hay mercado...”, calculó Edurne Asensio, de Güeñes. Con todo, la sacrificada rutina del campo “compensa”. Por ello, las mujeres participantes ayer domingo en la segunda edición de la feria rural en femenino de la comarca, celebrada en Lanestosa, llamaron a “salvar la huerta y el ganado y salvarlos ya” para asegurar el relevo generacional, urgió Lisdey Castro, de Galdames, ya que “la juventud no quiere saber nada y comemos de ello”. Ambas participan en el documental que la Mancomunidad de Enkarterri estrenó ayer domingo y que retrata la realidad de nueve mujeres de distintos municipios y perfiles. Además, otras recibieron un caluroso homenaje.

En la sobremesa de la comida que congregó a unas 300 personas hubo aplausos para Josune Vivanco (Alonsotegi), Raquel González (Artzentales), la asociación de mujeres Zoko Maitea (Balmaseda), Ariana Tapia (Galdames), Ziortza Llano (Gordexola), Loli Antolín (Güeñes), Asun Fernández (Karrantza), a título póstumo Mertxe Lahera (Sopuerta), María Esther Crespo (Lanestosa), María Elena Villota (Turtzioz) y Pilar Ballano (Zalla). A estos reconocimientos, uno por cada localidad que conforma Enkarterri, se sumaron los dos concedidos por la Mancomunidad: a Erika Yurre, del obrador de pan ecológico Ama Orea de Karrantza e Itziar Zubizarreta, de la Granja Murrieta, situada en Galdames.

Siguen la estela de pioneras como la carranzana Gloria Dehesa, quien narra ante la cámara de Helena Pérez cómo “se ha peleado mucho socialmente” para que el esfuerzo y sacrificio de la mujer en el ámbito rural se vea reconocido. Cuidadoras de padres, suegros, maridos e hijos, imprescindibles para el funcionamiento del hogar y trabajadoras también fuera. “Igual antes no se las veía, desconozco si mi madre se lo planteó porque lo rural estaba como apartado: lo hacían y punto”, se retrotrajo. Comparado con el siglo XXI, “tengo claro que las mujeres estamos cambiando, pero no tanto que los hombres jóvenes lo hagan en la misma medida porque su posición es muy cómoda”. “Primero desde la familia y segundo en el colegio” se construye una educación en igualdad que habrá dado sus frutos “el día que se asuma con naturalidad la presencia de agricultoras, ganaderas que conducen tractores y ordeñan, etc.”. En entornos dispersos como Karrantza “encontrarnos en persona, hablar, las comidas y reuniones son muy importantes”, al igual que el encuentro de ayer, que dio pie a compartir experiencias y retos que debe afrontar Enkarterri.

Adeli Fernández (Alonsotegi), Gema del Socorro (Gordexola), Edurne Ortiz de Zárate (Sopuerta) Kontxi Marcos (Lanestosa), Sandra Casado (Zalla) y Rosario Barcenilla (Balmaseda) también trasladaron a través de la pantalla y en el coloquio posterior a la proyección sus experiencias vitales, desafíos y demandas desde sus respectivos puntos de vista: migrantes que se han labrado un futuro en Enkarterri, emigrantes en su día que retornaron a la comarca, personas con discapacidad productoras jóvenes y veteranas... Con la misma voz para reivindicar el papel de la mujer.