TAL y como hacían los antepasados de la villa, 140 personas compartieron ayer mesa y mantel durante la Comida de la Cofradía de Udiarraga que tiene lugar en Ugao-Miraballes el lunes posterior al 8 de septiembre, festividad de su patrona. La primera referencia documentada de este ágape data de 1566, aunque ha tenido varias fases a lo largo de los siglos “y estamos celebrando ya la undécima comida de la tercera etapa histórica”, precisó el Mayordomo de la Hermandad, Ernesto Fernández.

El escenario, en esta ocasión, sufrió un cambio con respecto a las últimas ediciones. “En lugar de la carpa que montamos en los aledaños de la ermita de Udiarraga, hace unos días acordamos trasladar el acto a la cancha cubierta del polideportivo para velar por el bienestar y seguridad de los asistentes ante la alerta por fuertes tormentas”, justificó. Y la decisión fue más que acertada, puesto que a eso de las cuatro de la tarde, solo una hora después del inicio del evento, comenzó a llover con fuerza.

Lo que se mantiene invariable es el menú: alubias con sacramentos. Por segundo año consecutivo, fueron elaboradas in situ y a fuego lento en 5 putxeras por parte de los expertos cocineros de Gastro Baske. “Hemos empleado 18 kilos de alubias, 20 de tocino, 10 de chorizo, 15 de costilla y 40 unidades de morcilla, todos ellos productos de gran calidad, de kilómetro 0”, afirmó Richard Fernández, responsable de la firma de catering.

Junto a los cocineros, una decena cofrades y colaboradores fueron los encargados de todo lo que requiere la celebración de una cita de estas características, desde la colocación de las hileras de mesas y sillas, manteles, platos, vasos y cubiertos hasta la recepción y ubicación de los asistentes y, por supuesto, servir la comida. Todo en un ambiente de buen humor. “Yo soy el cofrade más veterano, llevo cincuenta años. Incluso viví la época en la que el menú era sopa, pollo y de postre una pera”, recordaba Eugenio Vázquez.

Fue en 1985 cuando, por cuestiones prácticas y económicas, se optó por un guiso de alubias que ayer estuvo acompañado por bacalao con pimientos como segundo y pantxineta de postre, además de pan, vino y licores, apuntó el Mayordomo.

La comida popular fue preparada en cinco putxeras.

Entre los asistentes, muchos habituales como una representación de la Asociación de Donantes de Sangre de Ugao-Miraballes (DOSANMI) con sus camisetas verdes y un grupo de ocho amigas que siempre acuden vestidas acordes con la temática del disfraz que propone el Ayuntamiento para ambientar la última jornada festiva. “Este año es el cine y hemos decidido ir de Maléficas”, explicaron.

Compartiendo mesa y mantel con muchos de sus convecinos estuvo también Josean Marina que, tras muchos años ayudando como cofrade, “ahora me toca ya sentarme a comer y que me sirvan”. Y entre los asistentes se notó la ausencia, por problemas de salud, del cofrade Iñaki García Uribe y del también miembro de DOSANMI, y director de la revista Ecos de Ugao, Pruden Peña. “A ambos les deseamos una pronta recuperación y que puedan estar aquí el año que viene”, declaró Fernández.