Como cada último sábado de agosto, Abadiño recuperó la tradicional rogativa a Urkiola con el propósito de trasladar la imagen de San Roque hasta el santuario. La celebración transcurrió con buen ambiente y los asistentes disfrutaron con la presencia de txistularis y dantzaris. Asimismo, se mantuvo la costumbre de la entrega de vino. A continuación, tuvo lugar la comida popular para jubilados del municipio, amenizada por el txitxarrillo. La jornada estuvo marcada por el tradicional guisote popular y la romería, amenizada por Lotxo Taldea. Este año, debido al mal tiempo, el acto se llevó a acabo en el probaleku de Abadiño para lo que fue necesario adquirir un tique a precio simbólico de un euro.

La recaudación de 85 euros se donó al Banco de Alimentos. Del mismo modo, el excedente de guisote se entregó a una asociación de Abadiño. “La rogativa a Urkiola y el guisote han sido dos eventos que han logrado unir devoción, tradición y confraternidad en Abadiño”, aseguró la teniente de alcalde Edurne Maguregi.