En las últimas horas se han reportado dos ataques por parte de un grupo de orcas a veleros en aguas del Golfo de Bizkaia, a pocas millas de la costa vasca. El primer incidente tuvo lugar el sábado a unas 20 millas al norte de Zumaia cuando un grupo formado por cinco orcas golpeó el timón y el casco de un velero que afortunadamente no registró daños de consideración y pudo seguir navegando hasta arribar al puerto de Mutriku. Una vez allí comprobaron que el incidente no provocó rotura ninguna, tan sólo algunos arañazos.

Pocas horas más tarde, en la madrugada del domingo, un trimarán francés que transitaba a unas 18 millas al norte de Ondarroa sufrió el embate de unas orcas -probablemente el mismo grupo que protagonizó el incidente del sábado- que repitieron el modus operandi del encuentro registrado frente a la costa guipuzcoana. El buque galo no registró desperfectos de consideración, ni en el casco ni en el timón, y logró arribar sin mayores dificultades al puerto de Bermeo desde dónde ya ha zarpado para continuar su travesía.

Puntos exactos donde se produjeron los ataques DEIA

Se trata de los primeros incidentes con orcas confirmados en aguas del Golfo de Bizkaia. Hasta la fecha las interacciones entre estos mamíferos marinos se habían producido frente a las costas de Cádiz y el Estrecho de Gibraltar, y en aguas de Pontevedra y A Coruña en Galicia. En todos los casos con buques veleros como objeto del ataque.

Los científicos no se ponen de acuerdo a la hora de catalogar el carácter de lo que denominan “interacciones” con estos grandes mamíferos marinos. Algunos consideran que pueden ser consecuencia de algún incidente previo entre un barco y una orca en la que el animal resultó dañado. En definitiva, las actividades humanas podrían estar en el origen de este comportamiento aunque fuera de manera indirecta. Otros científicos defienden la hipótesis de que estos encontronazos pueden responder a un comportamiento más lúdico que hostil.

Incremento exponencial

Según el grupo de trabajo que estudia a las orcas en el Atlántico, en 2022, se registraron 207 interacciones, 197 en 2021 y 52 en 2020. Se desconoce la razón de este crecimiento exponencial en apenas tres años.