La Asociación de Comerciantes y Hosteleros de Mungia celebró el pasado 18 de enero la XXV edición del Concurso de Chorizos y Morcillas de Euskadi dentro de los actos programados con motivo de la feria de San Antontxu. Tras dos años sin celebrarse por la pandemia, la cita de este año ha contado con varias novedades. Por un lado, la venta de pintxitos de chorizo a un euro y, por otro, la subasta del mejor chorizo de Euskadi.

El dinero recaudado a través de las dos acciones ha ido a parar a la Asociación STOP-FA para la investigación y tratamiento de la Ataxia de Friedich. Concretamente, la recaudación ha recaído en manos de la familia de Asier, un niño de Mungia que padece está enfermedad catalogada como rara.

La recaudación con la venta de pintxistos ascendió a 376 euros, mientras que el precio final del chorizo ganador alcanzó los 500 euros y acabó en manos de Aitor Aurrekoetxea López, titular de una txosna de talos que lleva funcionando desde 1999 y que ofrece una gran variedad de productos como chorizo, lomo, panceta etc.

Pese a que él mismo elabora productos de chacinería, Aitor tenía muy claro que había que apoyar la iniciativa propuesta por la Asociación de Comerciantes de Mungia en apoyo a la investigación de la ataxia de Friedreich, por lo que se animó a realizar una puja tan elevada. Además de los 500 euros, también donó a la familia de Asier los chorizos para que los disfrutasen en familia.

Con clara vocación de agricultor desde pequeño, Aitor compagina en la actualidad las labores de su explotación agraria con el trabajo en la txosna, poniendo en ambas tareas la máxima ilusión y consiguiendo a través de ello vivir de su pasión. Esa ilusión que pone en su trabajo la lleva con su txosna de un lado a otro, al no faltar en ninguna festividad que se precie, ofreciendo lo mejor de su producción, además de estar presente en innumerables talleres de talos por toda Euskal Herria.

Por todo ello, la Asociación de Comerciantes y Hosteleros de Mungia quiere agradecer a Aitor Aurrekoetxea su implicación con STOP-FA pero también con todo el sector comercial y en general, con el pueblo de Mungia.

Desde el mismo colectivo aprovechan para agradecer la colaboración de todos aquellos que trabajaron en el día de San Antontxu en la organización del Concurso de Chorizos y Morcillas de Euskadi, “ya que son muchas las personas y las entidades que son necesarias para llevar a cabo este concurso, por lo que, sin mencionar a nadie en especial para no olvidarnos de nadie, agradecemos a todo el mundo su participación y colaboración”, resaltan.

Al igual que Aitor, los aitas de Asier también estuvieron presentes en la celebración del concurso y en la posterior venta de pintxos y subasta. Incluso, el aitatxo, Juancar, colaboró con la entrega de los pintxitos, mientras que su ama, Nerea, estuvo pendiente de todo y se mostró muy agradecida con la iniciativa.

Sumar esfuerzos para encontrar una cura a la ataxia de Friedreich

La asociación surgió de la necesidad de incrementar recursos económicos para financiar proyectos de investigación sobre la enfermedad. Asociación STOP-FA

La iniciativa de la Asociación de Comerciantes de Mungia ha sido, sin duda, muy bien recibida por STOP-FA, la asociación sin ánimo de lucro apoyada por los propios pacientes con ataxia de Friedreich, sus familiares, amigos y colaboradores con un objetivo común: sumar esfuerzos para encontrar una cura para la ataxia de Friedreich.

Si bien la asociación surgió en base a la necesidad de movilizar e incrementar los recursos económicos disponibles para financiar proyectos excelentes de investigación científica que vayan en esta dirección y con el objetivo de encontrar una cura para la enfermedad, iniciativas como la subasta organizada por la Asociación de Comerciantes y Hosteleros de Mungia representan un impulso en la visibilización de la misma.

La ataxia de Friedreich es una enfermedad hereditaria que daña el sistema nervioso. Afecta la médula espinal y los nervios que controlan los movimientos de los músculos de los brazos y las piernas. La padecen aproximadamente 2 de cada 100.000 personas de raza caucásica por igual en ambos sexos y en España se estima que haya 4,7 casos.

Los síntomas suelen comenzar entre los cinco y los 15 años, consecuencia de que la médula espinal se adelgaza y las células nerviosas pierden parte de su vaina de mielina y suelen estar relacionados con problemas de coordinación tales como movimientos torpes y desmañados e inestabilidad, perdida de sensibilidad, disartria, disfagia, escoliosis, y en algunos casos diabetes, y enfermedad cardíaca o cardiomiopatía. Los afectados por esta enfermedad van perdiendo con el tiempo su autonomía y se ven obligados a utilizar una silla de ruedas.