Tras el éxito obtenido el año pasado con las exposiciones de Planchas antiguas, de Carlos Uzkiano; y de Radios antiguas, de Agustín Erkoreka; el Museo de Orduña inicia este 2023 con una extraordinaria colección de más de 350 máquinas de coser de todos los tiempos que seducirá a todos sus visitantes por su magnitud y por su valor histórico y social. La muestra titulada La máquina de coser un digno medio de vida fue inaugurada el viernes con la presencia de más de 200 personas y la asistencia al acto de sus propietarios, Luis de Pedro y su esposa María Ángeles Armero, sus hijos, su nieta, el alcalde de Gernika, José María Gorroño, –localidad donde residen– y, también, el director de la compañía ALFA, Luis Fano, una de las históricas y más importantes fabricas de máquinas de coser radicada en Eibar; y el concejal de Cultura de este municipio guipuzcoano, Patxi Lejardi.

Luis de Pedro junto a algunas piezas de su colección. S.M.

Para entender la gestación de esta colección –que se podrá ver hasta el 24 de septiembre en la sala de exposiciones temporales dedicada a las antiguedades– hay que remontarse a 1976, año en el que María Ángeles abre en Gernika una tienda para dar clases de costura, corte y confección y en la que dispone de diferentes máquinas de coser. Por su parte, su marido empieza a familiarizarse con su funcionamiento y se hace cargo del servicio técnico de reparaciones y de su venta al público. Posteriormente, en una feria del sector en Barcelona, Luis queda fascinado al ver diversas piezas antiguas y decide adquirir una de ellas. Fue el inicio de una apasionante aventura, una atrevida afición que les ha llevado a visitar ferias y mercadillos del País Vasco, de España y de diferentes países de Europa, hasta hacerse con alrededor de medio millar de máquinas de coser.

La mayor parte de ellas se podrán ver durante nueve meses en Orduña en la que podría ser “la exposición más grande que se ha hecho de esta temática en el mundo”, afirmó con orgullo Luis de Pedro que quiere, sobre todo, sirva de homenaje “a todas las costureras, empezando por mi mujer, que ha sido la promotora de todo, porque es un sector que se merece un reconocimiento”. En concreto, la muestra que se exhibe en Orduña ofrece un interesante recorrido por la trayectoria y evolución de las máquinas de coser desde su origen hasta la actualidad, desde la pieza más antigua, una Bradbury de 1852, hasta alguna electrónica de última generación. Hay, además, piezas únicas, como una Junker&Puh para coser aperos de caballo, aparatos curiosos como los de coser zapatos, coser guantes, remalladoras, etc., máquinas como la que se usa en el rodaje de la serie El tiempo entre costuras –una Singer de 1917– o una como con la que aprendió a coser Cristóbal Balenciaga y que ha sido utilizada para la serie de Disney.

La exposición reserva, además, un espacio especial a las dos marcas vascas ALFA (Eibar) y Sigma (Elgoibar) que comparten protagonismo junto a otras también de prestigio mundial como Singer (EE.UU.), Bradbury (Inglaterra), Pfaff (Alemania), o Bernina (Suiza) y de otras zonas del Estado como Refrey (Pontevedra) o Escuder (Barcelona).