Hay muchos Kotarros tal y como aleccionó Ricardo Santamaría, director del centro de Documentación y Divulgación Trueba Zentroa (promontorio con fuentes de agua y buen terreno agropecuario), pero ninguno como el pequeño rincón que se esconde, como si no quisiera molestar, entre la Iglesia de San Antonio y el aledaño barrio de Santa Juliana. Un pequeño núcleo habitado por gente sencilla y trabajadora que allá por el año 2007 se vio sorprendido por una cuadrilla de adolescentes que querían hacer una txabola para reunirse y participar en los festejos de San Miguel. Incluso derribos de su morada hubo en la historia de este grupo juvenil pero su terquedad a la hora de participar activamente en las fiestas de su barrio hizo que el Ayuntamiento de Abanto Zierbena les otorgara la confianza para organizar oficialmente las fiestas de este singular barrio abantoarra en 2011.
Una confianza que pronto se ganó el parabién tanto de los vecinos de Kotarro –que colaboraron con los inquietos jóvenes prestándoles herramientas, materiales o garajes para su proyecto– sino de todo Abanto Zierbena tal como quedó reflejado en el documental elaborado por Oilargorri Kultur Elkartea para resumir su trayectoria vital que después de 15 años y 10 fiestas llegó a su fin el pasado sábado.
Fue en el marco de una jornada festiva donde no se trataba tanto de avalar una desaparición sino más bien de asegurar la continuidad de unas fiestas que han logrado el marchamo de populares y que ahora contarán con el empuje de la asociación Gallartako Koadrilak. “Sabemos que el listón está alto pero con su colaboración Kotarro seguirá disfrutando de las fiestas de San Miguel”, anuncia el relevo.