Los barakaldarras pagarán el año que viene lo mismo que han pagado este año por impuestos como, por ejemplo, el IBI y diversas tasas. Esto será debido a la decisión que ha tomado el equipo de gobierno barakaldarra, encabezado por Amaia del Campo, de congelar los impuestos, tasas y precios públicos de cara al próximo ejercicio. Con esta medida, desde el Consistorio fabril se busca aliviar la situación de las familias y negocios del municipio en este escenario de estrecheces económicas a causa de la inflación. De este modo, la institución local barakaldarra sumará tres años consecutivos manteniendo los impuestos congelados, algo que, sin duda, ha hecho que el Ayuntamiento haya tenido que hacer un importante esfuerzo, puesto que en este trienio el precio de los servicios ha subido una media del 13%. “Todo ese esfuerzo se asume pensando en las personas y familias de Barakaldo en estos momentos difíciles en los que necesitamos el apoyo de las instituciones”, explicó Danel Sola, edil de Hacienda del Consistorio fabril.

Con esta decisión de congelar las tasas para el próximo año, serán las arcas municipales las que tendrán que soportar no solo la subida que irán experimentando los distintos servicios municipales, sino que también tendrá que hacer frente a la subida de la factura energética, uno de los aspectos que ha hecho que la inflación se disparase en los últimos meses. “A pesar de los esfuerzos realizados durante estos dos mandatos para mejorar en eficiencia energética e instalación de luminarias led que han supuesto importantes ahorros en la factura de luz, la subida de precios registra ya un alza en el contrato de aproximadamente millón y medio de euros”, destacó Sola. De este modo, Barakaldo mantendrá los impuestos y tasas al mismo precio que en 2020 a pesar de la subida generalizada del precio de los servicios municipales.