Tienen claro que el objetivo principal de la entidad es "situar a las personas en el centro". Harresiak Apurtuz nació hace 25 años con una fin muy definido: apoyar a las personas migradas que recalaban en Bizkaia. Es la red principal en la que se sustentan todas las asociaciones que ayudan a los migrantes en su día a día. "Somos un espacio de trabajo con otras entidades. Tratamos de incidir socialmente y de sensibilizar a la ciudadanía", apunta Naiara Vink, responsable de Incidencia Social de Harresiak Apurtuz, quien mira también a la "incidencia política en los espacio de gobernanza para poder realizar reivindicaciones por la experiencia que tenemos en la intervención".

Dejar tu país de origen y emprender una nueva aventura no es una vivencia especialmente fácil si no se disponen de los recursos. Y ahí aparecen las entidades que trabajan con las personas migradas a las que Harresiak Apurtuz da respaldo. "Por haber nacido en otro lugar del mundo no tienes menos derechos", subraya Vink quien insiste en que tienen que vivir "en paz y con dignidad". Para ello, Vink considera necesario que se apliquen "políticas públicas que pongan a las personas en el centro y que las asociaciones puedan intervenir para el acompañamiento en estas situaciones".

El actual momento en el que se está dando cabida a los discursos de odio fomentado por ciertos sectores del ámbito ideológico está calando como el sirimiri. "Los prejuicios están calando. Y la inercia está llevando a que esos rumores sobre la población migrante se utilicen como arma", comenta la responsable de Incidencia Social de Harresiak Apurtuz. Y el trabajo en red con las entidades que colaboran de manera directa con estas personas les está permitiendo conocer que los migrantes ya están sufriendo las consecuencias: "impactan en los más vulnerables, los menas y los jenas". Por ello Vink señala que es preciso reconocer que la "inmigración es igual a humanidad y hay que actuar con la complejidad que requiere el fenómeno". Con esta premisa, indica que no hay que tener "una mirada tan corta" como la que muestran "muchos sectores" y que se dan también en "redes sociales". De hecho, esas actuaciones producen "acciones y reacciones", situando en muchas ocasiones "a los menores" en el centro del debate. "Y si algo hay que proteger es a los menores", destaca Vink.

Las líneas estratégicas a seguir en el futuro las diseña Naiara Vink. "Tenemos que seguir adaptándonos a los cambios que se están dando: la pandemia, la guerra, el ascenso de la ultraderecha€", detalla. Para hacer frente a todos estos retos la "defensa de los derechos humanos, la convivencia en igualdad y los proyectos de género transversales" son las bases sobre las que construir una "Bizkaia abierta"