Dar a conocer y sensibilizar a la ciudadanía sobre el importante entorno natural que compone el pueblo; y, sobre todo, la riqueza que aporta y la importancia que tiene su cuidado. Son los objetivos de la iniciativa puesta en marcha en Arrigorriaga para que la ciudadanía elija, por primera vez, el árbol del año de la localidad. Los candidatos son 5 ejemplares de gran belleza y porte que crecen, desde hace décadas, en diferentes puntos del término municipal y que han sido seleccionados por personal experto en la materia y equipo técnico de medio ambiente.Dos de los árboles se pueden ver en el parque Baruatorre, en una amplia zona verde del casco urbano de Arrigorriaga paralela al paseo Urigoiti y donde se encuentran dependencias como la anterior kultur etxea o la estación de Renfe. Uno de ellos es un cedro del Himalaya originario de Afganistán y noroeste del Himalaya “y aunque es imposible saberlo con exactitud, este árbol se plantó alrededor del año 1800, conjuntamente con otros árboles exóticos que hoy siguen dando sombra en este parque”, precisan. La principal singularidad de esta especie arbórea es su grandioso porte y tamaño que, en su lugar de origen, puede alcanzar los 70 metros de altura y, además, destaca por sus peculiares y grandes piñas en forma de barril que se pueden ver durante todo el año. Y el segundo árbol seleccionado en el parque de Baruatorre es una secuoya, una conífera originaria de la Costa Pacífica de Norteamérica que también resalta por su altitud ya que pueden llegar a alcanzar los 115 metros. Por ello, se trata de un ejemplar que destaca de entre todas las especies del parque y como otra de sus características es la longevidad “es probable que a esta secuoya con más de 200 años le quede aún mucho por ver”.

Otro de los candidatos está, también, en el casco urbano de Arrigorriaga, concretamente al lado del edificio que alberga la haurreskola. Se trata de una palma canaria de tronco grueso y aspecto característico que tiene ya unos 170 años. “Se plantó a la vez que se construía en 1850 la casa de indianos en Axarte y alcanza una altura de entre 10 y 13 metros, con lo cual podemos decir que se encuentra entre los mejores ejemplares de esta especie, originaria de las islas Canarias”. Destaca por sus grandes y largas hojas y sus frutos, dispuestos en racimos anaranjados y parecidos a los dátiles que, aunque no tóxicos, son poco apreciados.

Cementerio y Abrisketa

Los dos últimos ejemplares que se someten a votación popular se encuentran ya fuera del casco urbano. Uno de ellos es el roble pedunculado que crece junto a la bella y singular ermita de San Pedro de Abrisketa y preside su entrada. “Podemos decir que en el nacimiento de este árbol no intervino la mano del ser humano y el ejemplar más conocido en la simbología de esta especie es el Árbol de Gernika”, y aunque el de Abrisketa es bastante más joven “sigue reuniendo bajo sus ramas a varias generaciones de arrigorriagarras en las populares romerías entorno a la ermita”.

El quinto candidato es el ciprés, más concretamente, el primero de una de las dos hileras del viejo cementerio, introducidos en Arrigorriaga como especie ornamental durante la construcción del mismo, en torno al año 1920 y que, por tanto, es uno de los árboles más antiguos de la localidad”.

La ciudadanía podrá emitir su voto a través de Internet del 28 de febrero al 6 de marzo, y la idea es realizar un pequeño acto el 12 de marzo junto al ejemplar que haya resultado ganador.