El obispo de Bilbao, monseñor Joseba Segura, ha comparecido este jueves por primera vez ante los medios de comunicación tras su toma de posesión en un acto en el que se ha dado a conocer el III estudio en torno a la Percepción sobre la Iglesia de Bizkaia. El obispo Segura ha admitido que su informe pone en evidencia la dificultad de la institución para llegar a la juventud al tiempo que ha mostrado su preocupación por las problemáticas en torno a este colectivo. Desde su perspectiva, a partir de esa realidad, "hay un problema y es un problema de cohesión de futuro, pero que ya se está empezando a manifestar hoy día en aspectos relacionados con el orden público o la inseguridad y, "una de dos", ha advertido "o les damos a estos chavales la oportunidad de hacer su vida aquí, con trabajos o si no, todo se puede complicar un montón".

El obispo de Bilbao, Joseba Segura, ha presentado los datos del estudio de 2021 junto al directivo de Ikerfel Joseba Ezpeleta y Gema Orbe, responsable del Área de Personas sin Hogar de Cáritas Bizkaia en una conferencia de prensa en la que se ha destacado que el número de católicos desciende de forma generalizada solo en Europa, mientras que en el resto de continentes está creciendo. Para monseñor Segura, precisamente la transparencia, junto a la coherencia son dos de los grandes desafíos para la Iglesia. Sobre el primero ha destacado que la iglesia vizcaina cumple el 65% de los patrones de transparencia, lo que le coloca a la cabeza de las diócesis españolas, y sobre el segundo ha considerado que la población valora el mensaje de la iglesia, pero tiene la "percepción" de que no vive de acuerdo a ese mensaje. "Esa percepción se da más entre las personas que no tienen ninguna relación con la Iglesia y creo que tiene que ver con la comunicación; tenemos que aprender a comunicar más directamente, sin pretender ser lo que no somos", ha dicho.

Respecto a la "dificultad" de todas las instituciones, entre ellas la Iglesia, para "enganchar" a gente joven ha detallado que en Bizkaia cuentan con 3.000 jóvenes organizados en asociaciones del entorno de la Iglesia y 11.000 estudiantes en centros educativos diocesanos.

A cerca del papel de la juventud en la sociedad actual, el Obispo de Bilbao ha dicho que, sin entrar a valorar "si están mejor o peor", la presencia de problemáticas como las agresiones o la violencia "abren interrogantes muy importantes en torno a lo que son las convicciones humanas". En su opinión, "estas cosas que se oyen y ven", con "acciones terribles y violentas contra chicas o actuaciones contra jóvenes inmigrantes" reflejan, a su entender, "cuestiones importantes" que plantean interrogantes acerca de lo que se va a plantear en el futuro para la convivencia "cuando estos jóvenes tomen el relevo".

Porque ha apuntado que "antes era la Iglesia la que aportaba esa capacidad, pero cada vez tiene menos fuerza y significación por lo que, la pregunta es por qué va a ser sustituido". Porque una de las conclusiones del informe es que la sociedad de Bizkaia considera que las instituciones que se encargan de difundir valores de conducta y comportamiento son los centros educativos, la familia y la Iglesia y las instituciones religiosas. En esta cuestión el prelado ha dicho que desde la Diócesis se está intentando responder lo mejor posible en coordinación entre el Departamento de Educacion diocesano, los 16 centros educativos de la red EBI y la Escuela de Magisterio (BAM).

Personalmente ha remarcado que como Iglesia "queremos aportar, pero nosotros ya no tenemos las respuestas a lo que será la sociedad dentro de 40 años, en el sentido de cuáles serán los valores capaces de construir comunidad integradora y abierta", reconoció.

En este punto se ha referido a la problemática en torno a los menores no acompañados, donde ha recordado que la Diputación les cuida hasta los 18 años pero, a partir de esa edad, "se van a la calle, sin posibilidades de trabajar, de tener ingresos, de hacer una vida normalizada y con un problema de acceso a una vivienda".

Segura ha añadido que salvo "cuatro ayuntamientos en Bizkaia, incluido Bilbao, que son los que han decidido afrontar esa responsabilidad", en la mayoría lo que sucede es que "prefieren pagarles un taxi para que se vengan a Bilbao porque igual no tienen ni recursos ni capacidades". A partir de esa realidad, "hay un problema y es un problema de cohesión de futuro, pero que ya se está empezando a manifestar hoy día en aspectos relacionados con el orden público o la inseguridad y, "una de dos", ha advertido, "o les damos a estos chavales la oportunidad de hacer su vida aquí, con trabajos o si no, todo se puede complicar un montón".