N buen txakoli sabe mejor si está acompañado de un pequeño gran bocado. Y eso lo han logrado en el bar Musutruk de Gernika-Lumo, uno de los quince establecimientos hosteleros que se animaron a participar en el concurso de pintxos organizado por Bizkaiko Txakolina y ADR Urremendi, dentro de la segunda edición del festival Mahasti Artean, que se celebró a principios del mes de septiembre en Urdaibai, con interesantes propuestas para llegar a todo tipo de público.

Y la propuesta no podía ser más fresca: “una tosta de guacamole con salmón ahumado, queso feta y rúcula”. Un pintxo de altura para conquistar los paladares que “combina muy bien con el txakoli”. “Esa fue una de las razones por las que pensé en este pintxo”, explican Noelia Serna y Jon Alastra, creadores de este manjar desde las cocinas del bar Musutruk. “El maridaje es muy bueno porque el txakoli te limpia lo poco graso que pueda tener la textura del aguacate en el guacamole”, ahondan.

La elección de las tostas no fue casual sino que forman parte de la carta de Musutruk y, además, “están de moda”. Todos los ingredientes se trabajan con mimo y con conocimiento de los productos de gran calidad. “Hemos viajado mucho a México y nos gusta mucho el guacamole y el que hacemos está muy bueno”, aseguran Noelia y Jon. La base de la tosta es “un pan de una panadería de Gernika, que no lo hacen todos los días y tenemos que encargarlo. Es oscuro, tiene nueces en su interior y semillas”, precisan los propietarios de Musutruk mientras describen el proceso de elaboración de este pintxo: “el pan se parte en lonchas y se tuesta. Después se pone el guacamole, el salmón ahumado, queso feta y rúcula. Lo aliñamos con aceite de oliva virgen , un poco de lima y sal”. Y todo ello “al momento”.

El pintxo en sí mismo es la mitad de una tosta. “Nos dimos cuenta que la mitad de una tosta es un pintxo ideal y muchas veces lo ofrecemos así a la gente”, apuntan Serna y Alastra quienes ponen en valor que esta creación culinaria “no está expuesta aunque sí está en la carta. Se hace al momento. Lo único que se tarda es en tostar el pan y montarlo”. Un proceso delicado que les ha permitido alzarse como ganadores de este certamen.

Y en esta ruta en la que el pintxo se maridaba con un rico txakoli, que se organizó en la villa, no solo tuvieron premio los responsables del bar Musutruk sino que los clientes que degustaron estos bocados también han recibido su pequeña recompensa. Aquellos que probaron los pintxos accedieron a un sorteo de cinco packs de txakoli y cinco experiencias enogastronómicas para dos personas.

Nuevo éxito

Entradas agotadas días antes de que comenzara el Festival Mahasti Artean hacían presagiar que esta segunda edición sería un “éxito rotundo”, según destacan desde Bizkaiko Txakolina. “Más de 300 personas participaron en los ocho eventos culturales de pequeño formato programados” así como una gran respuesta de los consumidores en el concurso de pintxos han sido las cifras que ha dejado esta cita, limitada por las actuales circunstancias sanitarias.

Por ello, desde la Asociación de Desarrollo Rural Urremendi y la DO Bizkaiko Txakolina, impulsores de este evento, han querido “mostrar su satisfacción por el perfecto desarrollo y la respuesta del público”. Al mismo tiempo, agradecen la “colaboración de bodegas, músicos, cantantes, guías, sumilleres y cocineros”, que se han implicado para que esta segunda edición deje un gran sabor de boca.