La asociación de trabajadoras de hogar de Bizkaia ATH-ELE ha alertado este jueves de un aumento de las empleadas internas en situación administrativa irregular, sobre todo, en el caso de las extranjeras no comunitarias, según ha constatado a través de los datos sobre condiciones laborales recogidos el pasado año en la atención prestada en su asesoría.

La representante de la asociación Isabel Otxoa ha dado cuenta en conferencia de prensa en Bilbao de la situación del colectivo, que ha sentido "el abandono absoluto" por parte de las administraciones públicas durante la pandemia, y ha avisado de que continúa elevándose el porcentaje de internas sin papeles.

De las 468 personas trabajadoras (casi el 98 % mujeres) atendidas en la asesoría de la asociación el año pasado, el 43 % eran internas y la práctica totalidad de éstas eran mujeres migradas (el 28 % tenía doble nacionalidad). De esas trabajadoras internas, un 31 % no tenía papeles, un porcentaje que de 2017 a 2019 subió casi 15 puntos y que en 2020 ha subido otros 0,40 puntos. Si se mira solo a las extranjeras no comunitarias internas, casi el 46 % no tenía regularizada su situación, lo que supone un incremento de algo más de 3 puntos respecto a 2019. Los países de origen más frecuentes de estas mujeres son Paraguay, Nicaragua y Honduras.PRECARIEDAD EN EL SECTOR

La portavoz de ATH-ELE ha destacado que la precariedad del sector se ha manifestado "con toda su crudeza" en el contexto de la pandemia de covid-19, durante la cual "nunca" se ha comunicado al empleador que tuviese la obligación de proporcionar a la trabajadora equipos de protección para evitar contagios ni se ha planteado a las empleadas protocolos claros de actuación.

Además, "muchas" han seguido cuidando a las personas contagiadas ya que la alternativa era quedarse sin empleo en un sector en el que no hay ERTE de suspensión de contrato. Según la información de que dispone la asociación, trabajadoras sin papeles que enfermaron de covid fueron despedidas de inmediato y la mayor carga laboral sufrida por el colectivo por el confinamiento no se compensó. En el trabajo externo, hubo contratos de cuidados de niños que se suspendieron nada más cerrar los centros escolares, según la organización.

La misma portavoz ha explicado que el subsidio extraordinario para trabajadoras de hogar apareció el 1 de abril dirigido sólo a empleadas dadas de alta en la Seguridad Social y no pudo empezar a solicitarse hasta el 5 de mayo. "La gente empezó a cobrar en julio y todavía hoy hay gente que no ha cobrado", ha denunciado.

Otxoa ha explicado que, en general, en 2020 la asociación ha constatado un empeoramiento de las condiciones salariales en las reclamaciones que ha atendido. Según estos datos, el 96 % de las internas no recibía el salario mínimo que le correspondía por sus horas de trabajo.

Además, el 74 % de las internas atendidas que prestan trabajo durante la semana realizaba su trabajo en condiciones ilegales en materia de jornada y descansos y estaba a disposición del empleador más de las 60 horas semanales de jornada máxima legal, porcentaje que sube al 83 % si la trabajadora no tiene papeles.

La asociación ha denunciado también que en régimen interno el colectivo desarrolla su trabajo en condiciones "ínfimas" de seguridad y salud laborales. Ante ello, ATH-ELE ha reclamado a los Gobiernos central y vasco políticas públicas que controlen la situación del colectivo y ha pedido "normas mejores y que se hagan cumplir".