El próximo día 18, en un pleno especial, Bilbao aprobará provisionalmente el Plan General de Ordenación Urbana de la villa, la hoja de ruta que definirá cómo se desarrollará la ciudad en los próximos 30 años. Es el penúltimo paso en una prolongada tramitación de varios años y corporaciones municipales y que viene con varias novedades de calado tras las negociaciones que el equipo de gobierno municipal ha mantenido con los grupos municipales del PP y EH Bildu.Según desveló Asier Abaunza, concejal de área de Obras, Planificación Urbana y Proyectos Estratégicos, en la comisión prepleno celebrada ayer, el diálogo abierto con los populares ha posibilitado ampliar en 5.000 metros cuadrados más de superficie las viviendas protegidas que se levantarán sobre la gran superficie que emergerá entre las calles Bailén y Hurtado de Amézaga una vez se soterren las vías de la nueva estación de Abando a donde llegará el Tren de Alta Velocidad (TAV). Una operación urbanística que también construirá edificios comerciales y de oficinas además de habilitar espacios para uso ciudadano.

De esta forma, si hasta ahora el nuevo PGOU preveía un 60% de pisos de precio de mercado y un 40% para viviendas protegidas, tal y contempla la Ley del Suelo aprobada por el Parlamento vasco, el porcentaje queda ahora en un 57% y un 43%, repartiéndose esta última cantidad a la mitad entre vivienda de VPO y tasada.

En Punta Zorrotza y Elorrieta

Algo idéntico va a ocurrir con las futuras intervenciones urbanísticas en Punta Zorrotza y Elorrieta. En esta ocasión han sido las conversaciones con EH Bildu la que también ha variado el reparto residencial de forma que en ambas operaciones aumentan un 5% la cantidad de viviendas protegidas en detrimento de las libres. Así, los pisos de precio de mercado se quedarán en un 55% y las que saldrán a coste social serán de un 45%.

Además, entre las alegaciones presentadas por el PP también se han aceptado el dejar abierta en la operación de Punta Zorrotza la posibilidad de soterrar el trazado de la línea de Cercanías que pasa por la zona, así como recuperar el espacio baldío situado en la calle Sendeja, número 8, cerca de la plaza Ernesto Erkoreka.

Por su parte, el director de Planificación Urbana, Mikel Ocio, tras desgranar los procesos de participación pública que ha tenido en los últimos años el documento especificó cómo en esta última tramitación se han estimado 65 de la 134 alegaciones presentadas, lo que supone aproximadamente la mitad.

Con la aprobación provisional en una semana, solo restará enviar el documento a la Dirección de Medio Ambiente y la Comisión de Ordenación del Territorio, ambas en el Gobierno vasco, para que le den luz verde, algo que ocurrirá en enero. Avanzó que en tres o cuatro meses se podrán tener los dos vistos bueno para aprobar definitivamente el PGOU en el pleno de junio.