El aula ambiental de Getxo tiene nuevos residentes. El espacio de Larrañazubi acaba de inaugurar una charca para tortugas, por lo que estas serán vecinas de las mariposas que revolotean en el oasis habilitado el pasado año. De este modo, el centro de información y sensibilización sobre desarrollo sostenible va abriendo hueco a los animales.

La charca para tortugas se concibe, además, como un lugar para recibir a las mascotas de aquellas personas que no sean capaces de hacerse cargo de ellas, es decir, que los propietarios pueden llevarla al aula ambiental en lugar de liberarla en la naturaleza, evitando así graves trastornos al medio natural. "Por supuesto, cada persona que se hace cargo de una mascota ha de ser consciente desde antes de adquirirla que la vida de este ser vivo pasa a ser su responsabilidad, de manera que debe documentarse sobre sus necesidades, longevidad y peculiaridades y estar convencida de que podrá hacerse cargo de la misma durante su vida. Obviamente, surgen situaciones en la vida que nos cambian estos planes y hacen que no sea posible su mantenimiento y para esas situaciones dispondrán de esta charca para llevar su tortuga, en vez de soltarla en un espacio natural", comenta el concejal de Servicios Urbanos Ambientales y Calidad Ambiental, Joseba Arregi.

La charca se ha construido con la colaboración de la asociación Bihurtuz y gracias a la idea y asesoramiento de Xabier Buenetxea, ingeniero forestal de Bolue Ingurumen Ikerketak -la empresa que se encarga de conocer y gestionar la biodiversidad existente en el municipio- y coordinador del proyecto SOS Galápagos. Gracias a esta iniciativa pionera, se han extraído en los últimos años cientos de ejemplares de tortugas exóticas invasoras introducidas en la naturaleza por el ser humano, las cuales causan graves perjuicios a la fauna autóctona y compiten con los galápagos autóctonos, cuyas poblaciones también son estudiadas en este proyecto que traslada a las tortugas halladas al centro de recuperación de la Diputación Foral en Gorliz.

Por lo tanto, las tortugas convivirán en esta aula ambiental getxotarra con las mariposas de un oasis creado para favorecer las poblaciones de estos insectos voladores -cuyo número, al igual que ocurre con otros insectos como las abejas, se va reduciendo año tras año por diferentes motivos- y otros polinizadores. Este lugar proporciona plantas adecuadas para la cría de diversas especies, ya que la oruga de cada mariposa requiere una especie vegetal diferente para su desarrollo. En este oasis ya hay especies grandes como la macaón, pero también otras que conviven normalmente con el ser humano como la blanquita de la col o la colias común. Incluso se pueden observar con facilidad la esfinge colibrí, una polilla de vuelo diurno que parece un abejorro, ya que obtiene el néctar durante el vuelo sin posarse.

Estos dos recursos del aula ya forman parte de distintas actividades de los fines de semana y de los programas educativos que se desarrollan con escolares.