- Una de las principales señas de identidad de Metro Bilbao es su apuesta por respetar el medio ambiente ya que este medio de transporte es de los más ecológicos que hay. Prueba de ello es que el suburbano tiene "un nivel de consumo energético por pasajero y kilómetro mucho menor que otros transportes como el automóvil. Un viaje en coche emite 5 veces y media más CO2 que el mismo viaje en metro. (ISO 1464 verificado)", según detallen desde la entidad.

Prestando servicio directo a casi 800.000 vizcainos, el uso de Metro Bilbao ha significado una gran disminución del uso del vehículo privado, ya que algunos estudios apuntan a que esa reducción ha llegado a los 127.000 vehículos diarios, siendo un vector muy importante para la reducción de la contaminación. En la línea de aminorar la entrada de coches en la capital de Bizkaia, también se han dispuesto parking disuasorios cercanos a las estaciones de metro.

Estos son los resultados de un camino que comenzó a gestarse en los inicios del metro ya que el "sistema de frenado regenerativo de los trenes permite la recuperación del 44% de la energía de tracción", lo que ha supuesto en esta trayectoria "un ahorro de 459.000 Kwh". Posteriormente, en 2001, se puso en marcha el Sistema de Gestión Medioambiental, un marco sobre el que asentar los proyectos.

En esa línea de menor consumo energético, desde 2010 se instalaron "celdas reversibles de recuperación de energía en cinco subestaciones eléctricas". Poco a poco, las medidas para favorecer este menor consumo también se han trasladado a estaciones, trenes y talleres sobre todo a partir de 2015, año clave en este sentido. Entre las medidas que se han implantado desde hace cinco años destacan "un nuevo modo de conducción eficiente en trenes que aumenta la eficiencia energética sin penalizar ni el tiempo de marcha, ni el material rodante" o la "instalación de equipos economizadores en las escaleras mecánicas, que permiten la reducción del 60% de su consumo", una cifra nada desdeñable teniendo en cuenta que este servicio supone el "53%" del consumo total de cada una de las estaciones.

Ese compromiso con la sostenibilidad se reflejó ante los usuarios en las propias estaciones de metro una década más tarde su inauguración, en 2005, cuando se colocaron las primeras papeleras para reciclar el papel.

La gestión sostenible y ecológica del suburbano se ha visto reconocida con diferentes galardones. El primero de ellos fue en 2002 cuando recibió la Certificación según la Norma UNE EN ISO 14001:1996, marcando un hito al ser la primera empresa del sector ferroviario en recibir este nombramiento.

Seis años más tarde, en 2008, la labor de Metro Bilbao traspasó fronteras al recibir el Premio Europeo de Medio Ambiente de Gestión Empresarial para el Desarrollo Sostenible mientas que hace cuatro años fue el Gobierno vasco el que puso en valor el trabajo con la Mención de Bronce del Certificado de Registros EMAS. 25 años jalonados reconocimientos por una gestión ambiental adaptada a las nuevas necesidades.