El tiempo de deporte al aire libre ha terminado a las diez de la mañana. Habrá que esperar a las ocho de la tarde para los que no han podido todavía estrenar esta medida de desescalada. Patrullas marinas de la Ertzaintza y alguna más alejada de la guardia civil, según se podía divisar desde la playa de Sopela, fueron recogiendo a los últimos surfistas hacia la orilla. Aunque, hay que decir, que fue una medida preventiva únicamente porque los surfistas actuaron con respeto y prácticamente media hora antes comenzaron a salir del agua.

La jornada se ha caracterizado por la normalidad y el respeto. Los vizcainos son conscientes de que se juegan la flexibilidad futura y no arriesgan. Así mismo se expresaban las hermanas Leticia y Loyola Canales. La primera surfista profesional ha tenido que soportar 45 días fuera del agua con resignación, quizás, por eso ahora, el baño "nos ha sentado muy bien, aunque notaba el cuerpo más pesado". Ha sido la tónica general también para los que han practicado runner, ciclismo o agradables paseos. Es el caso de Marian y Borja que aunque tuvieron que madrugar la ocasión y el buen día, "nos ha merecido la pena". Para María, "poder meter los pies en el agua y pasear ha sido sublime" y Aletxu Landa hubiera pedido prolongar un poco más el tiempo de deporte.

Durante la mañana el goteo de personas al arenal fue continuo y a las 10 como si sonaran las campanadas todos regresaron a sus casas.