Ni el frío ni la lluvia son capaces de doblegar la voluntad de un pueblo que lucha unido. Una sociedad noble y trabajadora que se levanta cada mañana con el objetivo de favorecer el progreso. Caminan de la mano porque conocen que, de este modo, el éxito está asegurado. Ayer volvió a quedar patente en un espacio, Olalde Aretoa de Mungia, que se ha convertido ya en sede de reconocimientos a las personas y entidades más destacadas de la comarca. Esto tuvo lugar en la XII edición de la gala de los Laboral Kutxa DEIA Hemendik Sariak Mungialdea-Uribe Butroi, presentada por Alain Salterain, a la que acudieron más de 200 personas. Unos premios que cada año buscan reconocer a esos vecinos anónimos que con su valía se convierten en notorios.
A ello se refirió el alcalde de Mungia, Ager Izagirre, anfitrión de la gala, durante el discurso que dio paso a la entrega de premios. “La identidad de los pueblos la construyen las personas y los premiados aquí hoy hacéis pueblo día a día. Seguid siendo un ejemplo para los demás”, afirmó.
Precisamente, esa cercanía es la que destacó el director de DEIA, Iñaki González, quien puso de relieve el valor informativo de las historias de los galardonados por encima de los grandes titulares. “El futuro es de quien nos ha traído hasta el presente”, exclamó.
Una realidad social en la que destacan la naturaleza, gastronomía, cultura, deporte y solidaridad de una comarca viva y con ganas de avanzar. Buena muestra de ello son los premiados de la noche.
Los integrantes de la agrupación cultural Azken Zarata Mungia Rock Elkartea fueron los primeros en subir al escenario. Seguido fue el turno de Nerea Mallona, siempre presente en la dinamización cultural de Fruiz. Inmersa ya en los preparativos de Olentzero, señaló que no vale de nada el trabajo que realiza “si el pueblo no responde”. A continuación se reconoció la labor que desarrolla el grupo de costura de Laukiz, que estas navidades obsequiarán a sus vecinos y amigos con “alguna bufanda que otra” y, después, la impagable labor que realizan las mujeres que mantienen en óptimas condiciones las parroquias de Gamiz y de Fika. Más tarde llegó el turno de la ilustre vecina de Arrieta María Luisa Otazua, quien cuenta con múltiples hobbies “como la música” y ha empezado a tocar el órgano.
Acto seguido llegó el momento de reconocer la alegría y las voces de Barikuetako Kantuzaleak. El primer viernes de cada mes las calles de Mungia se llenan de ambiente gracias a ellos. Un coro de voces armoniosas que invitó al público a cantar Topa Dagigun y Erantzuna haizean dago, esta última versionando en euskera a Bob Dylan. A continuación fue el turno de aplaudir la cultura gastronómica de Maruri-Jatabe de la mano de uno de sus buques insignia, el asador Ibaiondo, con más de tres décadas de actividad y que lo forman una gran familia. Igualmente, el restaurante Laratz de Laukiz fue premiado por sus dos décadas de actividad ofreciendo siempre los mejores productos de la zona. Una gastronomía de calidad que va de la mano de establecimientos rurales que permiten disfrutar al 100% de la comarca, como es el caso del agroturismo Garaizar, pionero, tras treinta años de actividad. En el ámbito deportivo, se reconoció la actividad centenaria del CD Mungia, un club de fútbol que aglutina a cientos de personas y cuyos colores son queridos por todos los mungiarras. También destacan en el deporte José Antonio Goirigolzarri, Litri, y Jon Iñaki Mardaras, Juantxu, dos gatikarras al frente del Gaztedi de sokatira, un equipo que siempre da el máximo. Como también referente de las idi probak de Mungia es Birleko Herri Kirol Elkartea. Sobre esta línea, saber más sobre el euskera que Luis Baraiazarra es casi imposible, no en vano, ha dedicado su vida a traducir la historia religiosa de Euskadi. En una noche llena de emociones, el joven laukiztarra Eleder Iglesias puso el colofón mágico a la velada con sus trucos. A la cita no faltaron los anfitriones, la corporación municipal de Mungia y de DEIA, Kike Hermosilla, Joana Pérez, Iñigo Aspiunza y Oier Pérez.