Los últimos compases de las celebraciones de San Antolín de Plentzia se sirvieron ayer con el tradicional cóctel. “Nos encanta este día”, admitían Asier y Txema, bebida en mano. “Hoy todo el mundo sale a la calle. Es el día grande de las fiestas”, confirmó Edu Arrarte, al frente del antiguo restaurante Camay. En este establecimiento se sirvieron ayer entre “150 y 200 litros” del cóctel más típico de la villa marinera. Da igual que sea lunes que sábado, Plentzia brinda con gusto en esta jornada que sabe a vainilla fresca.

Después de un fin de semana festivo con mucho ritmo, mucha gente y mucha diversión -y con algún lamentable suceso también, como el ataque sufrido por un hombre durante la madrugada del sábado-, aún quedaban fuerzas para cócteles, porque siempre hay que guardar alguna dosis de energía para este momento tan especial que gira en torno a un concurso: el de preparar la mejor combinación de helado de vainilla con unas gotas de licores. Cada maestrillo tiene su librillo, pero los ingredientes imprescindibles suelen ser: helado de vainilla, Brandy 103, Ginebra MG, vermú rojo y vino Bandeira. Prácticamente la totalidad de los bares y restaurantes del casco viejo de Plentzia participan en este concurso, además de algunos de la zona del puerto. Y así, con el certamen de fondo, plentziarras y también visitantes disfrutan de una fiesta con identidad. Nunca fallan a esta cita los miembros de la cuadrilla Galtzagorri, siempre con sus disfraces para dar una graciosa nota de color a cócteles. Esta vez, tocó ir como los Gipsy Kings. ¡Iban fantásticos!

“La bebida lleva helado, coñac, ginebra, Martini y Oporto. Se mezcla todo con una batidora y se vende la copita a dos euros”, señaló Edu Arrarte. “A partir de la una y pico, ya se empieza a servir el cóctel y desde estos últimos años, se alarga hasta las seis de la tarde; antes duraba hasta las cuarto. La gente que antes no tomaba lo empieza a hacer, se ha dado el salto a otra generación. Luego a las siete de la tarde empieza a venir mucha gente joven de fuera, y ya consumen más cubalibres. Se pone música en la calle y la fiesta se alarga hasta las dos o tres de la mañana, al ser entre semana”, describía el propietario del Arrarte.

Histórica

Al parecer, los primeros programas de fiestas que hacen alusión al cóctel son de finales de los años 70. No se sabe a ciencia cierta cómo nació este brebaje y por qué es el que riega las principales celebraciones de la localidad plentziarra -si bien es cierto que en Madalenas también hay un día de cócteles-. La versión más extendida sitúa su origen en el antiguo Palas y en la figura de José Mari Unibaso. Alguna de las teorías es que el cóctel nació de una simple mezcla de las bebidas que había en el establecimiento... Y muchos años después, esa posible combinación de casualidad y originalidad está más que asentada en Plentzia cada 2 de septiembre.

Pero San Antolín se reserva para hoy un último pase en el que los más peques son los protagonistas. El último día de los festejos está dedicado a los niños que, entre otras actividades, podrán pasarlo pipa con los concursos de tortillas, ensaladas, pesca del muble o el de disfraces, al que se sumarán más familiares para saborear un rato de lo más entretenido. Después, cuando la tarde avance llegará el momento de la kalejira de despedida de Antolintxu y Madalentxu tanto por las calles de Plentzia como por la ría. ¡Hasta el próximo año!