NUEVA YORK. La presentación de los atractivos turísticos corrió a cargo de la oficina de turismo de Bilbao-Bizkaia cuyos responsables subrayaron ante los asistentes al acto en el centro expositivo neoyorquino la belleza de los paisajes vascos, la cultura y el "orgullo" de ser vasco.

Uno de los protagonistas de la presentación fue la península de San Juan de Gaztelugatxe, paraje costero donde se rodó parte de la séptima temporada de "Juego de Tronos", convertido en Dragonstone (Rocadragón), el hogar de Daenerys Targaryen, una de las protagonistas.

"¡La madre de dragones es vasca!", bromeó Iñaki Saenz, el asesor de turismo de la Diputación Foral de Bizkaia y encargado de presentar a los asistentes los encantos naturales del territorio histórico.

El Puente Colgante que une Getxo y Portugalete, el más antiguo del mundo, así como los populares "pintxos", el Athletic o Donostia y la Rioja alavesa fueron otros de los elementos de la oferta turística vasca que entusiasmaron a los presentes.

El País Vasco, explicó Sáenz, "es una sorpresa para la mayoría de los turistas (3,6 millones de visitantes en 2017) ya que acuden al museo Guggenheim Bilbao pero descubren todas las grandes posibilidades que esta cultura ofrece".

Incluso, Saenz recalcó la estrecha relación entre el País Vasco y uno de los estados miembros de Estados Unidos, Idaho, donde existe una de las mayores colonias vascas del mundo.

"Ser vasco es estar orgulloso de ello. Si te encuentras a un vasco, te vas a dar cuenta", explicó.

El Guggenheim de Bilbao también hizo una exposición de la fortaleza de este museo que recibe en torno a un millón de visitantes anuales y cuyo impacto sobre el producto interior bruto del territorio desde su apertura en 1997 ha sido de 5.000 millones de euros.

La subdirectora de Comunicación de la sede del museo en Bilbao, Begoña Martínez, valoró la pertenencia del centro expositivo a "una constelación prestigiosa de museos" que les ha permitido realizar exposiciones prestigiosas de artistas como Louise Bourgeois, Andy Warhol, Eduardo Chillida o Ricard Serra.

El museo, señaló, ha sido una pieza clave en el cambio experimentado por la ciudad, que supuso aportar "valor añadido" a una zona que anteriormente era industrial y que posteriormente entró en declive, con una presencia importante de empresas navales y dedicadas a la transformación y exportación del hierro.