Gernika-Lumo - Gernika Atletismo Taldea sigue engordando su palmarés. En este caso, y alejado de las competiciones individuales en las que se fajan sus integrantes, con un dúo que ha resultado ser todo un binomio ganador. Y es que la atleta gernikarra Karmele Naberan y su perro Sua se han proclamado recientemente campeonas de la Liga vasca de Canicross en la categoría de veteranas mayores de 50 años. Modalidad deportiva que va en auge en Euskadi, y que cuenta con un calendario propio de pruebas, Naberan y su can han mostrado su compenetración para alzarse con un título que la deportista acoge con “satisfacción”, pero con mayor ilusión si cabe por lo que disfruta su mascota durante las competiciones.
Amante del atletismo desde hace años, Naberan comenzó a correr junto a Sua cuando este llegó a casa. El can, de raza border collie y de tres años de edad, le empujó a probar en el canicross el pasado año, después de que su mascota pasara por las manos del educador canino Álvaro Flores. “Probé el pasado año, y ya este año he visto que tenía posibilidades”, señala la gernikarra. “La verdad es que empecé más por salir con el perro a correr durante los fines de semana que por la competitividad propiamente dicha, pero Álvaro me comentó que por qué no probaba con el canicross”, relata. “Y desde entonces, competimos juntos”, cita.
Entre semana, Naberan entrena sin Sua -en tres o cuatro sesiones semanales-, si bien los fines de semana es cuando aprovechan para hacerlo, ya que las competiciones de canicross se rigen por una regla fundamental. “El perro debe de ir junto al dueño, no se puede alejarse ni que los corredores vayamos delante de ellos. De hecho, si el perro se para, tú también lo tienes que hacer”. La línea de tiro que une a corredor y perro debe tener -ambos van unidos mediante un arnés, un cinturón y la citada línea de tiro- una longitud de dos a tres metros, mientras que la distancia que habitualmente suelen recorrer en cada prueba “va de los 7 a los 10 kilómetros”. Es una cuestión que hay que entrenar, por lo tanto, para tratar de lograr la máxima compenetración posible. “Entrenamos para que Sua sepa cómo debe de ir, si tenemos que coger más ritmo o realentizar la marcha... Son cosas que se van entrenando”, remarca. Más, si cabe, teniendo en cuenta de que “Sua siempre empieza a ritmo alto y hay que controlarle un poco”, si bien asevera que “estamos bastante compenetrados. ¡Hasta en casa me dicen que tenemos el mismo carácter! ¡Que tenemos el mismo nervio!”, afirma con gracia. “Se cumple eso de que los perros se parecen a los dueños”, apostilla.
Con ocho pruebas en total que se disputaron entre noviembre y marzo, Naberan y Sua compitieron en cuatro de las pruebas de la Liga de Euskadi de Canicross 2018/2019, que consta de ocho citas en total que se celebran en suelo vizcaino, guipuzcoano y alavés. “Completar un mínimo de cuatro carreras y correr una carrera por territorio” es otra de las reglas, junto a los estrictos controles veterinarios que deben pasar los canes. Y ha sido la que más puntos se ha embolsado en una modalidad que cada vez engancha a más corredores. “Hay algunas pruebas en las que incluso nos llegamos a juntar hasta 80 participantes”, desvela la gernikarra, que en su propio entorno conoce a otros cuatro atletas de canicross. “La verdad es que cada vez se anima más gente a correr”, afirma, “aunque haya gente a que aún desconoce qué es el canicross”.
Futuro Esta ha sido la primera vez que la atleta del club de Gernika participaba en la Liga Vasca, si bien anteriormente sí que había cometido en alguna trail con su perro. Y a la vista del éxito cosechado, Naberan se apresta a continuar corriendo “mientras vea que tanto a mí como a Sua nos apetezca”. Hace unos meses también se clasificó en segunda posición en la Bizkaia Kopa Trail de Canicross, también en categoría veteranas, aunque “más que la victoria en sí, me gusta más el tema de la participación. Eso sí, una vez de ver que tenía posibilidades, me entró un poco la vena competitiva”. Esa vena la mostró en las citas de Zumaia, Etxarri-Aranatz, Etxebarri y Muskiz. “En esta última prueba nos reunimos 81 participantes en canicross”, apunta.
“El ambiente en las carreras en inmejorable, por eso también sigo. Hay un ambiente bonito entre los participantes, pese a los nervios que se pasan durante las salidas”, abunda. A pesar de la dureza de los entrenamientos, y de que Gernika-Lumo carece de una pista de atletismo o incluso alguna instalación para perros específica, Naberan continuará con el canicross. Lo hará, en todo caso, con el título de Liga vasca de Canicross en la categoría de veteranas mayores de 50 años bajo el brazo.