Bilbao - Un exhaustivo análisis de los presupuestos municipales de 21 ciudades estatales ha determinado que Bilbao es la urbe que, con diferencia, más gastó en bienestar comunitario en 2018. Además, la capital vizcaina está a la cabeza en otros ámbitos como en la inversión en seguridad ciudadana o en transporte público. La cifras oficiales examinadas por el Observatorio de Servicios Urbanos (OSUR) concretan asimismo que las asignaturas pendientes de la villa son el gasto en medio ambiente, en vivienda y en promoción del deporte.

La partida dedicada al abastecimiento de agua potable, gestión de residuos, limpieza viaria, cementerios y servicios funerarios, alumbrado público... se llevó el ejercicio pasado 244,95 euros por cada bilbaino, en comparación a los 152 euros de media que se invirtieron en el resto de ciudades. El estudio, que ha analizado las cuentas de 21 ciudades entre los años 2010 y 2018, revela que en seguridad y orden público, el gasto de Bilbao fue de 139,62 euros, frente a los 56,80 euros de la media estatal. Destaca también el gasto en transporte público, situado en 106,64 euros por habitante.

En cuanto a los ámbitos en los que la capital vizcaina suspende, destaca el gasto en medio ambiente, situado en 33,74 euros cuando la media estatal está en 41,53 euros. También suspende en materia de vivienda, ya que en 2018 la partida destinada a este apartado descendió un 55% hasta situarse en 5,74 euros por habitante, cuando la media estatal es de casi 70 euros. Asimismo, Bilbao destaca como la ciudad que menos dinero invierte en promoción y fomento del deporte, con solo 1,63 euros por bilbaino.

Más recursos Según Ramiro Aurín, director de OSUR, “una mayor disponibilidad de recursos repercute directamente y de forma positiva en la calidad con la que se prestan los servicios públicos y la percepción que los ciudadanos tienen de los mismos”. Además, añade que “Bilbao es la que más gasta en prestaciones municipales básicas y cuyos habitantes mejor valoran sus servicios urbanos”.

Una de las conclusiones del estudio determina que la irrupción de los partidos de cambio en los gobierno municipales ha variado el gasto respecto a los partidos tradicionales. En educación, por ejemplo, son los partidos tradicionales los que más invierten.