Bilbao - El transporte público de Bizkaia pasó ayer una inédita prueba de fuego debido a la huelga total en Bizkaibus, Bilbobus y Renfe en una jornada que moviliza a decenas de miles de personas de forma extraordinaria por la feria de Santo Tomas. Un examen pasado con buena nota entre apretujones, autobuses de servicios mínimos llenos, imaginación para las conexiones y “con overbooking, pero sin problemas”, según indicaron fuentes de Metro Bilbao a última hora de ayer.
A pesar de que el continuo trajín de convoyes, uno cada 2,5 minutos en el tronco común de Bilbao, y los miles de viajeros conformaban un escenario comprometido, el suburbano concluyó la jornada sin incidentes reseñables.
Fue el metro el método de transporte que atrajo a la mayoría de los usuarios que quedaron huérfanos de viajes por carretera, aunque los vecinos de algunas comarcas sin metro o tren, como Arratia o Mungialdea, tuvieron que ingeniárselas para llegar a Bilbao.
Las opciones mayoritarias fueron usar el coche, que alguien les llevara a una estación de tren cercana o esperar las colas que se formaron en muchas paradas para coger los servicios mínimos de las concesionarias de Bizkaibus en huelga.
Fuentes de Euskotren indicaron que “hemos recibido muchos más viajeros, pero hemos podido atenderlos sin carencias con los trenes del servicio habitual”. De la misma manera el aluvión de usuarios del tranvía fue incesante toda la jornada, captando a bilbainos que no podían bajar desde los barrios en Bilbobus hasta El Arenal.
Por su parte, desde Renfe también informaron de cómo los trenes de Cercanías fueron más llenos que en otras jornadas de Santo Tomás al circular menos trenes y ser día laborable. La compañía de ferrocarril también vivió ayer un día de huelga aunque minimizó sus efectos al contar con un 75% de servicios mínimos en hora punta y 50% en hora valle.
En cuanto a Bilbobus, el concejal de Movilidad de la capital vizcaina, Alfonso Gil, valoró “la normalidad” en la jornada de paro -los servicios mínimos del 30% se cumplieron a la perfección- e instó a las partes a cerrar el conflicto porque “no entendemos cómo por unos flecos, hoy (por ayer) los ciudadanos están en sus marquesinas sin el servicio de Bilbobus”.