Sestao - Si alguien es supersticioso y aún no ha comprado lotería de Navidad debe saber que el número 111 fue el primero que se extrajo del bombo en el sorteo realizado ayer en la Escuela de Música de Sestao para la adjudicación de 22 viviendas de Protección oficial y 24 Viviendas tasadas que construirá a partir de la primera quincena de enero la UTE Amenabar, adjudicataria de la parcela del antiguo depósito de aguas de Kueto en la que además se edificarán 78 viviendas libres. Una sorteo al que asistieron poco más de 50 personas a pesar de que se habían apuntado a la promoción 118 personas para las VPO y 70 para las viviendas tasadas. Inicialmente eran 23 las VPO a sortear pero tan solo se registró una solicitud para optar a una vivienda adaptada por la que al solicitante, al que le había correspondido el número 14 en la lista, le cayó el gordo sin sorteo.
“Esto es un regalo de Navidad”, acertaba a describir Yolanda Sereno, madre de Jon Redondo, un joven de 24 años afectado de niño por espina bífida que hoy día camina con muletas y trabaja en el taller mancomunado Gallarreta de Abanto-Zierbena. “Ahora tiene que hacer las prácticas con la máquina de la ONCE”, destacaba ilusionada esta madre que subrayaba que “en casa con nosotros está muy bien pero él quiere independizarse”.
Igual de contenta estaba Nerea, acompañada de su madre Isabel, que dio un brinco al oír que salía el número 37 que le daba acceso a un piso donde fundar una familia con su novio Julen, con el que vive desde hace poco tiempo en un piso de alquiler. Tampoco le iba a la zaga Diego Agirre Pardo, un colombiano de 42 años que reside de alquiler en Trapagaran con su mujer, María Victoria, y su hija, Naiara. “Nada más oír el número 108 le he puesto un WhatsApp a mi mujer”, señalaba este hombre que salió como un rayo del sorteo “porque tengo que ir a una entrevista de trabajo”. ¿Premio doble? Ojalá.