UN ancestral proverbio griego asegura que mientras el tímido reflexiona, el valiente va, triunfa y vuelve. Cuánta verdad encierra. Recuerdo haber escuchado a un rapero, creo que tenía por nombre artístico algo así como El Chojín, unos versos tremendos que aún boxean dentro del pecho de quienes lo oyeron junto a a mí. “Dicen que se han perdido los valores, yo digo que están ahí pero se esconden, para que los ricos no los compren”. Con más profundidad el filósofo Umberto Eco lanzó una reflexión acorde al mundo de los valores con el que comienza esta crónica. “Tener un enemigo es importante no solo para definir nuestra identidad, sino también para procurarnos un obstáculo con respecto al cual medir nuestro sistema de valores y mostrar, al encararlo, nuestro valor. Por lo tanto, cuando el enemigo no existe, es preciso construirlo”. Todos los pensamientos citados en este arranque vienen a mi memoria a la hora de dar testimonio del coloquio en torno a los valores del deporte organizado por el colegio Urdaneta, con Itxaso Letamendi ágil y hábil en la trastienda de la organización y el periodista de EITB Xabier García Ramsden, en la moderación. A la cita para hablar en primera persona de los valores, el respeto y el trabajo en equipo que subyacen en el deporte acudieron los principales protagonistas: un puñado de deportistas de élite. Entre ellos se encontraban el árbitro de la Liga Santander y la FIFA, Ricardo de Burgos Bengoetxea; el base de Bilbao Basket, Javi Salgado; Asier García, capitán de Bidaideak Bilbao BSR; Oihane Gil, exjugadora internacional de balonmano y vicepresidenta de la Federación Vizcaina de Balonmano, y Paula Valdivia, jugadora internacional de balonmano, militante en el Zuazo.
De todas su enseñanzas y explicaciones, de todos sus sentimientos, tomaron buena nota el director comercial de DEIA, Kike Hermosilla; Daniel Bengoetxea, Eleder Jalón, Emilio Pedrini, Jokin Fernández, Manu Ruiz, Fernando Asenjo, José María Bernedo, Jesús Buey y Alejandra Beorlegi entre toda una legión de gente interesada en la formación con ladrillos de buena gente.
Fue uno de las estaciones en las que detenerse para caer en la cuenta de una verdad: la valentía de apoyarse en los valores para el día a día es plata de ley. El oro, me van a permitir, lo reservo para los hombres y mujeres que, con discapacidad física y/o intelectual son capaces de expresarse a través del arte, el lenguaje más universal que se conoce. Pertenecen a FormArte y hablan, con su creatividad, sobre la igualdad de género. Las obras, plurales, coloristas y cien por cien sinceras se exponen en el edificio de Juntas Generales de Bizkaia, allá en Hurtado Amezaga. La inauguración de la muestra contó con la presencia de la presidenta de las Juntas, Ana Otadui; Iñigo Pombo, las impulsoras del proyecto Arantza Urtaren, Ana Urgoiti y Cristina Bacete; con Iñigo Camino moviéndose entre bambalinas, Ana Rozas, Esmeralda Herlo y la directora de la Fundación Sabino Arana, Irune Zuluaga, y una larga nómina de participantes. Desde Marisa González hasta Estibaliz Ortiz de Laiseca, pasando por Gorka Pérez Matos, Daniel Esteves, Miguel Cordero, Imanol Yébenes, Irene Santos de la Presa, Ainhoa González, Lucía Vicente, Sergio Fernández, Igor Plaza, Leire Zelaia, Miren Santiago, Txomin Benedicto, Alex Ortega de la Serna, Uxue Azaola, Oihana Iraolagoitia y Claudia Aguinaga, todos los nombres, presentes en buena parte y algunos otros no, merecen ser nombrados, merecen el aplauso y la estima. Ellos trabajan desde la atalaya de la valentía, desde las colinas de su creatividad, desde las montañas de su verdad sin dobleces.
Si tienen un momento, si son sensibles o reivindicativos (o ambas cosas, que también es posible...), no pierdan la ocasión: vayan y regodéense con la exposición.